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Cultura

Sueño viral de Tomás Marco

Pedro de la Hoz

Por lo general han sido canciones de solidaridad y esperanza, antiguas y recientes, arraigadas unas más que otras en el imaginario sonoro de los pueblos, cantadas en vivo desde balcones o a través de las redes sociales, en interpretaciones colectivas e individuales. O en otro orden, piezas del repertorio clásico, incluso óperas completas, que en la modalidad de transmisiones streaming llegan a casa para compensar la imposibilidad de asistir físicamente a espectáculos en teatros y salas. Pero, hasta donde sabemos, no se había dado el caso de que un compositor del ámbito de la música de concierto haya enfrentado la pandemia del coronavirus como motivo inspirador de una obra.

Lo ha hecho el español Tomás Marco, al colocar en un canal de Youtube la pieza Sueño de la razón viral, de algo más de cuatro minutos de duración, concebida por medios electroacústicos y acompañada por una animación visual.

El título alude a uno de los emblemas del poderoso grafismo de su ilustre compatriota Francisco de Goya (1746 -1828), El sueño de la razón produce monstruos, estampa perteneciente a la serie de los Caprichos. Si bien es cierto que en la colección de grabados lo esperpéntico aparece con una intención evidentemente crítica, todo indica que Marco se inclina por una operación subyacente en la obra goyesca: la revelación del mundo interior, onírico y desbordado, que el artista desea compartir con la pupila de los espectadores.

No es la primera vez que Marco se siente estimulado por Goya. En 1996 la Fundación Santander le encargó una obra sobre la guerra de Bosnia. El accedió con la condición de que pudiera tomarse como denuncia de todas las contiendas bélicas. Encontró asidero en la serie goyesca Los desastres de la guerra, de Goya, para componer un cuarteto de cuerdas. Irónicamente su quinto cuarteto, escrito en 2009, se titula Memorial del olvido, porque trata, según él, “sobre esas conmemoraciones que te piden que hagas y luego se olvidan”.

Sin embargo, para Sueño de la razón viral el compositor prescindió en la ilustración audiovisual del grabado de Goya. “Preferí –dijo– sugerir imágenes de restos de la cultura clásica que nos han llegado parcialmente deteriorados, así como algunas esculturas funerarias, cuadros y grabados en torno a la peste, e imágenes de las fluctuaciones de los propios virus”.

En la selección figura El triunfo de la muerte, de Bruegel el Viejo, en la que el pintor flamenco de mediados del siglo XVI representa una batalla entre vivos y muertos, en una minuciosa visión apocalíptica de admirables tonos sombríos.

Vista hace fe, pero pueden cerrarse los ojos para escuchar la música por sí misma. Marco también lo aclaró: Sueño de la razón viral no aspira a ser una ilustración narrativa de las imágenes. Por el contrario, tiene un ámbito propio y ambos –imagen y sonido– se desarrollan en paralelo con sus propias características. La música incorpora además la ilusión de un descenso continuo por la superposición de capas sonoras.

Las densidades apenas sin variaciones dinámicas que se superponen en la pieza de Marco, con independencia de las imágenes integradas a la banda, funcionan como elementos cargados de sentido, algo que escapa a no pocos compositores que emplean procedimientos electroacústicos, más dados a la retórica experimental que a la aprehensión de realidades.

En esto, Marco es fiel a su estética. En una entrevista concedida a principios de siglo manifestó: “La música tiene una base matemática muy cierta, pero también una parte intuitiva. Lo importante es contrapesar ambas, no me gustan las obras que se inclinan demasiado hacia uno u otro lado, prefiero el equilibrio. Johann Sebastian Bach, por ejemplo, siempre es citado como el paradigma de artista científico y cerebral, pero a la vez despliega una emotividad tremenda gracias a esos juegos técnicos”.

Son palabras de alguien que en otro momento ha dicho: “Uno de los efectos del arte consiste en hacer más capaz a la gente y es también una forma de educar nuestros sentidos; sólo por eso ya merece la pena. Creo que una correcta comprensión del arte puede mejorar al individuo y la sociedad”. De ahí que se haya propuesto ahora llamar la atención sobre el deterioro cultural que la pandemia puede causar.

Compositor, musicólogo, crítico, académico y gestor musical, el madrileño Marco nació en 1942. Es uno de los compositores más destacados de la denominada Generación del 51. Se formó como músico de manera autodidacta. Compositores como Luis de Pablo, Juan Hidalgo, Gerardo Gombau, Carmelo Bernaola o Cristóbal Halffter fueron sus referentes en lo que respecta a la composición, y determinadas obras tratadas por la vanguardia, como las de Webern, Varese, Satie o Cage, le sirvieron como aprendizaje, sin olvidar la asistencia a los cursos de Darmstadt y las enseñanzas impartidas por Stockhausen, Boulez, Ligeti, Kagel o Maderna. En 2016 mereció el Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria, comparable al Cervantes en las letras.

Al poner circular Sueño de la razón viral ha querido enfatizar en que no hay que tener miedo, sino encarar responsablemente la situación. En los últimos segundos de la obra la masa sonora se pierde y se dejan escuchar unas campánulas. Quizá el autor haya recordado el memorable verso de Miguel Hernández: “Hay un rayo de luz que siempre deja la sombra vencida”.

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