La época actual trajo diversas limitaciones para artistas y gestores de obra, así como de las fundaciones y centros de beneficencia. El paradigma de las galerías de arte aparece como una de las vertientes de la cultura que ha comenzado a reformularse no sólo para subsistir, sino también para impulsar artistas y, por otro lado, aportar al beneficio de la sociedad.
“México es un referente mundial en la calidad de arte”, declara a POR ESTO! el fundador y encargado de Bernardini Art Gallery, Diego Bernardini Borja. “Nosotros deseamos que el coleccionista adquiera una obra buena, bonita y barata. Mientras haya nivel de venta y podamos ayudar a través del arte, bienvenido sea”.
La galería Bernardini ha crecido y cambiado durante sus 11 años de historia. Hoy en día, tiene sedes en Monterrey, San Miguel de Allende, Querétaro y Polanco (Ciudad de México). “En este momento, estamos dedicados 100% a las subastas virtuales con causa”, dice Daniela Torres, quien trabaja con el equipo de la sede capitalina, quien explicó para el periódico el propósito y proceso de las subastas a beneficencia: “El proceso implica mucho trabajo en equipo. Hasta ahora nos hemos aliado con varias fundaciones y con la Cruz Roja Mexicana de distintas delegaciones y estados. Se establece, previo a la subasta, el porcentaje que será donado. Vienen después unos procesos internos, desde la preparación de la subasta, que es el área de diseño, marketing y administrativo, hasta el momento de la puja.
Después, entra el área de cobranza y luego la entrega final hasta el domicilio del comprador. Al final, se revisa el monto total del donativo. La base central es apoyar a toda esta gente a la que se ha dejado de apoyar con eventos de recaudación de fondos”. Todo esto se realiza con estricta confidencialidad y atención a los clientes, quienes ahora pueden iniciar el proceso mediante la aplicación móvil de la galería o contactando a alguna de sus sedes por vía telefónica o correo electrónico. En un documento virtual, se le proporciona toda la información al potencial comprador para participar con seguridad en la subasta.
Diego Bernardini comenta: “promovemos el arte y la cultura con nuestra misión de sembrar la semilla del coleccionismo nuevo”; añade que las piezas en catálogo “pueden comenzar con un precio de 500 pesos”, y todas ellas “aportan un porcentaje a la beneficencia”. En Mérida, estas subastas han aportado donaciones a alumnos de la Universidad Marista y a la asociación Construyendo Sonrisas, especializada en el acompañamiento de niños y jóvenes con algún tipo de deficiencia mental. En total, se superó la recaudación de 300 mil pesos. “Buscamos que la Cruz Roja Mexicana de Mérida también se vea beneficiada”, propone el director de la galería que, durante 2020, recaudó, por medio de su programa de apoyo, 2 millones 643 mil 419 pesos, beneficiando a más de 25 instituciones, donando durante el mismo año un millón 254 mil 911 pesos a 15 delegaciones de la Cruz Roja Mexicana.
“El más beneficiado es el coleccionista”, comenta Diego, aunque dejó ver que también es provecho para los artistas “porque incrementan el valor de sus currículos al estar en un catálogo al lado de artistas vivos y otros consagrados, como Rufino Tamayo, Leonora Carrington, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, Rafael Coronel, Joan Miró” y muchos más. “Ganan, también, las familias de todos ellos, así como de aquellos que laboran en las galerías”.
Bernardini Art Gallery tendrá su próxima subasta para beneficencia en Tabasco, aunque pueden participar todos los compradores del país. Para adquirir mayor información sobre esta y otras fechas, así como catálogos de obras disponibles, pueden consultarse los perfiles en Instagram de la galería o escribir un correo electrónico a [email protected]. También está disponible el teléfono 8117809521.
SY