Murió el artista visual y diseñador gráfico Vicente Rojo Almazán, a los 89 años, por complicaciones cardíacas, esto según la poeta Bárbara Jacobs, viuda del autor, quien confirmó la causa del deceso ocurrido durante la noche del miércoles.
“Era un hombre muy enfermo. Ya había tenido varios infartos, dos o tres”, rememora doloroso su contemporáneo, Gabriel Ramírez Aznar, pintor, historiador y escritor meridano en exclusiva con POR ESTO! “Cuando lo conocí, era la única persona que trabajaba en el grupo (de la Generación de la Ruptura/Apertura, como prefería llamarla Rojo), mañana, tarde y noche. En esa época, en los sesenta, lo traté unos cuatro o cinco años; estuvo aquí en Mérida varias veces. Usaba los domingos para pintar. El resto de la semana, estaba en trabajos editoriales. Trabajó como un animal”.
“Dicen que Juan García Ponce era el espíritu de la Generación; yo creo que Vicente Rojo era los ojos”, comenta con este periódico Addy Cauich Pasos, quien fuera coordinadora del Centro Virtual de Documentación e Información “La Ruptura”, especializado en el movimiento artístico moderno al que se vincula al maestro fallecido.
“Le dio uniformidad y sentido a toda una generación. Los carteles, las invitaciones, los catálogos, todo pasaba por sus manos. Cuando ves un catálogo de, por ejemplo, Fernando García Ponce y al final ves Imprenta Madero, es porque él lo había revisado. El valor que tuvo Vicente Rojo en México fue el darle otra perspectiva a todo lo que tiene que ver con diseño editorial. Es el padre del diseño gráfico en México. No hay diseñador que no conozca a Vicente Rojo, y si lo hay, tiene una grave falta”.
Ramírez Aznar concuerda: “Para mí es un gráfico, un diseñador gráfico, más que un pintor. Es uno de los mejores de Latinoamérica, evidentemente, y de todo el mundo. A mí la cosa gráfica me gusta mucho. Su época grande me parece que fueron los sesentas a ochentas, cuando hacía carteles y portadas de libros. El paso de su pintura es una cuestión gráfica”.
Nacido en 1932, en Barcelona, y naturalizado mexicano después de llegar a este país en 1949, cuando España condenaba con el exilio, Vicente Rojo formaría parte del Colegio Nacional desde 1994. Galardonado con el Premio de Excelencia en diseño Gráfico por la asociación Internacional Icograda en 1992 y la Medalla Bellas Artes en 2011, además de otros nueve reconocimientos nacionales e internacionales. Vicente Rojo es paradigmático en la producción artística contemporánea.
María Teresa Mézquita, promotora, periodista e investigadora cultural, reconoció para estas páginas que “la pérdida de Vicente Rojo se lleva aportaciones en la plástica, especialmente en el campo de la abstracción, de un tipo muy particular que se identifica sólo con él: una expresión telúrica y profunda. Él era una especie de vocero de una generación pasada no tan pasada. Para que siga presente, hay que ir más allá de su obra, leer los estudios. Guardar todo en un archivo es imporante, pero lo que lo hará pervivir es la divulgación. Igualmente las revisiones de libros podrían ser digitalizadas y, así, conocerlo de más maneras. Divulgar su obra como diseñador podría ser una primera etapa para conocer su repertorio. El diseño es un lenguaje que ya está muy cerca de cualquier persona, desde las plataformas digitales hasta los libros. Sólo así entenderíamos la función de Vicente Rojo dentro de la historia del arte”.
Ernesto Novelo, artista yucateco contemporáneo, reconoce su atracción por cierto aspecto de la obra de Vicente Rojo: “Me sentí atraído a sus obras por las texturas, sus volúmenes, un común denominador de su trabajo. Algunas series como México bajo la lluvia y Señales, así como Escenarios con las que me siento identificado. Pienso que todos los pintores nos debemos a todos. Es imposible que no nos veamos influenciados. Esa pintura era casi escultórica. Me daban ganas de tocar su pintura cuando la veía”.
Vicente Rojo tendrá un homenaje nacional en el Museo de Arte Moderno, la primera de las actividades anunciadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
SY