Teoría de la relatividad especial. 1905. Albert Einstein, a sus 26 años, proponía un cambio paradigmático para la Física. “Pero no se habla casi de Mileva Marić. Ella, una matemática intachable, hizo gran parte del trabajo junto con el científico que todo el mundo conoce”, explican a POR ESTO! Carolina Berrocal y Héctor Sandoval, dramaturgos de Fuimos Ein-stein, que se trasmitirá todos los viernes de abril a las 20:00 horas en el espacio virtual del Teatro La Capilla (boletos disponibles en teatrolacapilla.com).
La obra, que promete ser “un ejercicio de imaginación para reconstruir la historia de los personajes”, se remonta a la época en que los científicos en cuestión asistían a la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza), a inicios del siglo XX. “Trata sobre la relación entre Albert Einstein y su primera esposa, Mileva Marić, que no fue sólo de índole amorosa. Los unió primero la ciencia; eso hizo que voltearan a verse”, explica Carolina, quien interpreta a Mileva, ilustre matemática nacida en Serbia, la única mujer estudiante en el instituto en aquella época.
Los autores que dan vida a Fuimos Ein-stein investigaron la vida de los científicos en libros de consulta y en la correspondencia que mantenía la pareja de estudiantes.
“Pero sigue en el marco de la ficción, en el paso del tiempo de su relación”, advierte Carolina. “Paralelamente, corre el desarrollo de la Teoría de la relatividad especial. Imaginamos cómo pudo haber sido el papel de Mileva, que se ha comprobado ya, en el planteamiento que normalmente sólo se le reconoce a Albert”.
Así, “el público podrá ver una manera de explicar la Teoría, a la vez que involucramos la ficción. Nos dice cómo sería alcanzar un rayo de luz, si pudiéramos hacerlo. Es esa una metáfora de la obra; ellos lo intentan, y para lograrlo deberán hacer sacrificios importantes”.
Por su parte, Héctor Sandoval, que da nueva vida a Albert Einstein, cree que “la Teoría de la relatividad especial es algo que se presta para hacer teatro. La idea es muy dramática: ¿cómo es que el espacio y el tiempo están siendo físicamente diferentes dependiendo de las circunstancias? Esa idea ya está más que manida, por ejemplo, en la ciencia ficción, pero eso nació de lo trabajado por Mileva y Einstein”.
De esta forma, continúa el actor, “manifestamos una postura al final: los personajes terminan responsabilizándose de las acciones que hicieron de él una figura reconocida como ‘el genio’. Ponemos en evidencia que Einstein no estuvo solo; hubo una matemática y científica que colaboró en la creación de lo que se le atribuye únicamente a él”.
Albert Einstein, ¿héroe absoluto? Héctor matiza: “desde niño, Einstein me impactó mucho a partir de lo fascinante que me pareció su Teoría, y también del imaginario sobre este ‘genio’, ‘benefactor de la humanidad’. Cuando empezamos a hacer la obra y a indagar el proceso de creación de la Teoría, nos dimos cuenta de cosas escabrosas. Einstein fue un ser humano muy complejo, humano a fin de cuentas, con sus propios defectos. Este descubrimiento sigue siendo una labor de cómo hacer que mi actuación no se vea permeada por mi admiración, así como dejar acceder en mí la verdadera imagen de alguien que yo creí conocer. No es tanto familiarizarse, sino desfamiliarizarse de él”.
“A estas alturas”, comparte Carolina, “ya siento a Mileva como parte de mi vida. Me identifico con su lucha constante, con la búsqueda de amar y ser amada por alguien, cuando por otro lado están nuestra carrera, nuestras pasiones. Esa no tendría que ser una contradicción, sino una manera de complementar nuestra vida. En el caso de Mileva, en quien estaba tan mezclada la relación amorosa con el conocimiento de la ciencia, que era lo que la movía, fue lógico que, al desdibujarse la conexión científica por un suceso importante que aparece en la obra, la unión de pareja también haya terminado. Empatizo con desear, por un lado, el amor y una familia, y por el otro, seguir tu pasión”.
SY