Al inicio de la pandemia en México, cuando en el país se suspendieron los eventos deportivos y toda actividad que congregara gran cantidad de personas con el propósito de prevenir contagios de COVID-19, Octagón creyó que la pausa sería breve y en poco tiempo volverían a los encordados.
Pero varios meses después, la lucha libre mexicana aún no ha podido reiniciar sus funciones y pocos creen que vuelva -al menos con público- en lo que resta del año, una situación que ha golpeado las finanzas de miles de luchadores, según miembros de las distintas compañías de lucha en México.
Noticia destacada
¿Te quedaste sin empleo por el COVID-19? 5 ideas para ganar dinero durante la pandemia
"Pensamos que esto iba a durar tres o cuatro semanas y ya llevamos casi cuatro meses", se lamentó Octagón, uno de los luchadores más representativos del país.
"Nos ha pegado porque todas las arenas, los gimnasios, las plazas, todo se ha cerrado. Y, si no luchamos, no ganamos (dinero)", afirmó el ídolo del pancracio de 59 años, con presencia en México, Estados Unidos y Japón.
Más de una docena de enmascarados entrevistados prefirieron no revelar cuánto ganaban por su trabajo, pero todos coincidieron en que, con las funciones suspendidas y los pocos ahorros agotándose, cada día se les hace más difícil subsistir.
Golpe de ayuda, iniciativa de Octagón
Tras las restricciones de marzo, algunos deportes como el fútbol han vuelto, aunque sin público, algo inadmisible para la lucha libre, que obtiene gran parte de sus ingresos de la taquilla.
En su peor momento, la pandemia pulverizó 12 millones de puestos de trabajo en México, entre formales e informales, según cifras oficiales. La lucha libre, el deporte más popular en el país detrás del fútbol, agrupa a entre 5 mil y 7 mil luchadores, la mayoría independientes, sin seguro ni pensión.
Las empresas que dominan el negocio en México, tanto el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y la AAA, dijeron que han mantenido los pagos a sus profesionales a pesar de no recibir ingresos. Sin embargo, los desembolsos son únicamente para sus figuras, aseguraron una decena de luchadores que solicitaron el anonimato por temor a represalias laborales.
Octagón, quien creó y preside la Asociación Nacional de Luchadores Profesionales Independientes que agrupa a casi un centenar de titanes, lanzó a principios de junio la campaña "golpe de ayuda", mediante la cual ha donado cajas con víveres a luchadores y boxeadores necesitados gracias a la subasta de máscaras y otras prendas y objetos de valor.
Otro histórico gladiador que dirige la Comisión de Box y Lucha Libre capitalina, El Fantasma, aseguró que su asociación ha repartido más de mil despensas a sus compañeros desocupados, en un país donde los escasos seguros de desempleo son insuficientes para cubrir la canasta básica alimentaria.
"No necesitamos una simple despensa, necesitamos más (...) un préstamo", reclamó Sandra González, una luchadora de 50 años conocida como Lady Apache, madre de tres hijas que vive -y lucha- mayormente en Estados Unidos.
González, ex esposa del mítico luchador mexicano Gran Apache y quien acumula más de tres décadas de experiencia sobre el cuadrilátero, aseguró que si la reanudación de las peleas se sigue prolongando, ella, así como muchos enmascarados de más de 60 años, adelantarán su retiro. "No me voy a exponer porque le hago falta a alguien, tengo gente que depende de mí", comentó.
Entre mayo y junio, al menos 30 luchadores perdieron la vida a causa del coronavirus, según la Comisión de Box y Lucha Libre de Ciudad de México, hogar de un quinto de los más de 52 mil muertos que ha dejado la pandemia en todo el país.
Funciones por 30 pesos
La desesperación económica ha llevado a algunos promotores a realizar funciones de lucha libre sin público para transmitirlas por internet a cambio de 30 pesos por persona o donaciones de la gente.
Sin embargo, la mayoría de enmascarados ha alzado su voz de protesta contra aquellas peleas porque consideran que no cumplen con las medidas adecuadas para prevenir el coronavirus y exponen a los luchadores mayores de 60 años, una población con más riesgo de sufrir complicaciones si contrae la enfermedad.
"No estoy de acuerdo con esas luchas clandestinas que están haciendo en Xochimilco y en otros lados", dijo El Fantasma sobre los espectáculos que se organizan al sur de la Ciudad de México, en los famosos canales.
"No creo que tengan las medidas, aunque digan que están muy sanos", agregó haciendo eco de los reclamos de otros luchadores.
Empresas como la AAA están próximas a lanzar un nuevo formato del espectáculo para que el público pueda disfrutarlo desde la comodidad de sus automóviles, con todas las medidas higiénicas, al mejor estilo de un autocinema.
"Afortunadamente tuve un ahorro, pero ya se acabó", confesó Super Elektra, un gladiador y técnico dental que no ha podido reincorporarse a ninguno de sus trabajos por las restricciones sanitarias. "Estamos esperando que vuelvan a abrir (las arenas) para poder trabajar. La estamos pasando muy mal".
Con información de Reuters