El clásico del mundo le llaman, aunque en esta nueva edición, sin un referente al ataque como lo fue el recién emigrado al Paris Saint-Germain, Lionel Messi, luce como uno de los encuentros más grises en su historia. En los últimos años, la rivalidad entre ambos clubes partía al mundo por la mitad, esto en gran medida por el ingrediente especial: La Pulga contra El Bicho. Messi vs Cristiano Ronaldo.
Hoy, ninguno de los dos forma parte de esta rivalidad histórica, ni siquiera el mismo don Sergio Ramos, que empata a Leo con la cifra histórica de 45 clásicos disputados, y que actualmente se deben al mismo equipo parisino.
En un clásico cualquiera puede ganar y cualquier cosa también puede pasar. Quizás en este encuentro nazca un nuevo ídolo para el Barcelona, quizás sean los valiosos jóvenes cuyas cláusulas de recisión superan los mil millones de euros. Pedri y Ansu Fati podrían ser los nuevos encargados en brindar aquella alegría que a tantos aficionados Blaugranas les ha hecho falta en esta rancia temporada. Porque cuando su 10 se fue, nada volvió a ser igual. Todo se fue a la baja, sus fi nanzas, sus figuras, sus victorias.
El Barcelona está atascado, pues de ocho partidos disputados en LaLiga, registra cuatro victorias, tres empates y un descalabro, que lo coloca en la séptima posición con 15 puntos.
Del otro bando, un Real Madrid igual de irregular, con el mismo número de derrotas, aunque sus cinco triunfos y dos empates, lo posicionan en el segundo lugar con 17 unidades.
El cuadro merengue tampoco es un equipo que se muestre espectacular como su historia así lo exige; sin embargo, en los más recientes años no ha sufrido una caída tan dolorosa como la que aqueja actualmente su próximo rival en puerta. Los catalanes peligran puestos de Champions para la siguiente temporada.
El conjunto madrileño ha intentado volver a reunir figuras mundiales en sus filas, aunque ahora parece que sus esfuerzos económicos van directo a la basura. Iniciando con los más de 100 millones de euros que pagó por un Hazard que no sale de la enfermería, y cuando lo hace, no termina por convencer ni a la afición, ni al cuerpo técnico. También están tratando de sostener su pesada historia sobre los hombros de jóvenes promesas como Vinicius y Eduardo Camavinga.
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JG