En el último día de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Tokio, después de saltarse todas las competencias debido a un problema de salud mental, Simone Biles reapareció en la viga de equilibrio con un buen desempeño para ganar la medalla de bronce.
Biles consiguió su séptima presea olímpica con la que iguala la marca de Shannon Miller como la gimnasta estadounidense más laureada tras una ejecución perfecta de una versión ligeramente más sencilla de su rutina habitual ante un público que incluía al presidente del COI, Thomas Bach.
Su ejercicio fue un despliegue de seguridad y limpieza. Hizo sus piruetas sin un desequilibrio y clavó en la salida un doble carpado. Se llevó la mano al pecho en señal de alivio y fue rodeada por sus rivales, que la abrazaron con cariño. Esperó tranquila su nota y aplaudió el 14.000 que la situaba en segunda posición, por detrás de los 14,233 de Tang. Fue suficiente para volver a colgarse el bronce
Biles, que se retiró el día 27 de la final por equipos y no participó luego en ninguna de las otras cuatro para las que estaba clasificada, alegando problemas de inestabilidad mental, ya ganó el bronce en este aparato en Río 2016.
La gimnasta estadunidense se marcha de los Juegos de Tokio 2020 con dos medallas, la plata del concurso por equipos que ganó la selección estadunidense y en la que ella solo hizo un ejercicio, el de salto; y el bronce de este martes.
AR