Aunque no de forma matemática todavía, el Liverpool puso un pie en los octavos de final de la Liga de Campeones de la mano del brasileño Roberto Firmino primero y del egipcio Mohamed Salah, que con el talento y el acierto ocultaron las dificultades que arrastran los 'reds' en este tramo de curso y que se llevaron una alegría en Ibrox Park ante un adversario menor.
No es el actual la mejor versión del equipo de Jurgen Klopp que sacaba adelante sus partidos por talento y por aplastamiento. Nada de eso. Las dificultades que le lastran en la Premier también se dejaron ver en Europa. Aunque la inferioridad de alguno de sus adversarios le permiten avanzar a poco que se esfuerce.
Es lo que pasó en Glasgow de donde salió con la clasificación en el bolsillo. Tiene el Liverpool, que ha ganado sus tres últimos encuentros de la Liga de Campeones, seis puntos de ventaja respecto al Ajax. Y nueve sobre el Rangers que sigue sin puntuar. El cuadro inglés solo está por detrás del Nápoles, que ha ganado todos sus encuentros.
Un punto en los dos choques que restan darán el billete al cuadro de Klopp que arrancó sometido por el empuje del Rangers. Es habitual que el representante escocés, más aún como local, arrincone a su adversario. Sea el que sea. Es lo que sucedió. Un inicio fulgurante que puso en aprietos al Liverpool.
De hecho, se topó con el marcador en contra el Liverpool, desprovisto de jugadores como Trent Alexander Arnold, Luis Díaz, Arthur, Keita, Curtis Jones o Joel Matip, lesionados todos, apenas pasado el cuarto de hora, con una pérdida de balón por la presión local de Virgil Van Dijk que pilló descolocado a Joe Gomez. Ryan Jack encuentra a Scott Arfield en una rápida combinación que bate a Alisson.
El despertar inglés coincidió con el bajón natural del cuadro de Giovanni Van Bronckhorst. Siete minutos duró la ventaja del Rangers que marcó su primer gol en el torneo. No había anotado hasta ahora en los tres partidos anteriores.
Pero en el 24, un córner que botó Kostas Tsimikas fue a la red con un remate de cabeza de Roberto Firmino. El tanto alivió al Liverpool que buscó el segundo aunque el Rangers resistió hasta el descanso. Pero poco después de la reanudación, otra vez Firmino, puso por delante a los visitantes.