En una demostración de poderío futbolístico, Cruz Azul confirmó su condición de líder indiscutible de la Liga MX al derrotar contundentemente a Necaxa por 3-0 en el Estadio Ciudad de los Deportes. Este triunfo no solo consolida su posición en la cima de la tabla con 28 puntos, sino que también enciende la ilusión de la afición celeste por conquistar el tan anhelado décimo título.
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El equipo dirigido por Martín Anselmi ha logrado una transformación radical, pasando de ser un conjunto en crisis a convertirse en la sensación del torneo. Con nueve victorias, un empate y una sola derrota, La Máquina ha establecido un ritmo vertiginoso que sus rivales luchan por seguir.
El partido contra Necaxa fue un reflejo del juego fluido y efectivo que caracteriza a este nuevo Cruz Azul. Los goles de Alexis Gutiérrez, Carlos Rotondi y Lorenzo Faravelli no solo aseguraron los tres puntos, sino que también pusieron de manifiesto la versatilidad ofensiva del equipo. Rotondi, en particular, alcanzó su quinto gol del torneo, igualando a su compañero Giorgos Giakoumakis en la tabla de goleadores, ambos solo superados por Paulinho del Toluca.
La estrategia de Anselmi ha revitalizado a jugadores clave como Luis Romo, cuya asistencia en el primer gol demostró la visión de juego que el técnico argentino ha logrado imprimir en el equipo. La Máquina juega de memoria, con una sincronización que hace parecer fácil lo que en realidad es producto de un trabajo meticuloso en los entrenamientos.
Este Cruz Azul no solo gana, sino que lo hace con un estilo que ha cautivado a propios y extraños. La afición, que ha sufrido decepciones en el pasado, ahora vive cada partido con la ilusión renovada de que este podría ser el año de la tan esperada décima estrella.
Sin embargo, el camino hacia el título aún es largo. El reto para Anselmi y sus dirigidos será mantener este nivel de juego y evitar caer en excesos de confianza. La Liga MX es conocida por su competitividad y la fase de liguilla suele deparar sorpresas.
Por ahora, la hinchada celeste tiene motivos para soñar. El equipo no solo gana, sino que lo hace con autoridad y buen fútbol. La comunión entre jugadores, cuerpo técnico y afición es palpable, creando un ambiente de optimismo que no se vivía desde hace mucho tiempo en La Noria.
Mientras el torneo avanza, Cruz Azul se perfila como el rival a vencer. Cada jornada es una nueva prueba, y hasta ahora, La Máquina las ha superado con creces. Si logran mantener este rendimiento, el sueño de la décima podría estar más cerca que nunca para la institución cementera.