La clasificación del Gran Premio de Brasil se convirtió en un festival de banderas rojas donde cinco pilotos terminaron contra los muros, mientras McLaren, con Lando Norris, aprovechó las condiciones para conquistar una pole position inesperada en una sesión que vio a los poderosos Red Bull caer eliminados prematuramente.
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Franco Colapinto abrió la serie de incidentes en Q1 cuando su Williams perdió adherencia y terminó contra las barreras de protección. El argentino, quien logró salir por su propio pie, expresó su preocupación por el estado del monoplaza: "Está cambiando mucho; hay que ver si llego a largar, es mi miedo más grande".
La Q2 fue testigo de un dramático giro de eventos cuando Carlos Sainz impactó su Ferrari en la misma zona que Colapinto, causando serios daños en la parte trasera del Cavallino Rampante. Los problemas se multiplicaron cuando Lance Stroll perdió el control de su Aston Martin, provocando una bandera roja que selló el destino de los Red Bull, dejando a Sergio Pérez y Max Verstappen en 12° y 17° posición respectivamente.
La tensión alcanzó su punto máximo en Q3 cuando Fernando Alonso, quien mostraba potencial para la pole, también encontró las barreras, completando un día negro para Aston Martin. El desfile de incidentes concluyó con Alex Albon, quien agravó la situación de Williams al dañar severamente su monoplaza.
En medio del caos, Lando Norris emergió victorioso con su McLaren, asegurando la pole position, escoltado por George Russell en su Mercedes y una sorprendente tercera posición para Yuki Tsunoda con el RB Visa, configurando una primera línea inesperada para la carrera del domingo en el circuito de Interlagos.
AG