Aunque castigados por la afición, México muestra garra pero no puede con Canadá en empate sin goles

La Selección Mexicana cerró su participación en la Fecha FIFA de septiembre con un empate sin goles ante Canadá en el AT&T Stadium de Dallas. Este resultado, aunque no fue una victoria, mostró signos de la nueva personalidad que Javier Aguirre busca imprimir en el equipo nacional.

Resumen: México vs Canadá en DallasClick to open document

El encuentro, caracterizado por su intensidad física y un juego ríspido, reflejó la nueva filosofía que Aguirre busca implementar en el equipo nacional. A diferencia de procesos anteriores, donde se criticaba la falta de actitud y liderazgo en momentos cruciales, este México mostró una cara más combativa y determinada.

El partido estuvo marcado por constantes interrupciones debido a faltas, lo que impidió un flujo continuo de juego. Sin embargo, esta dinámica permitió ver a un Tri dispuesto a "morder" y presionar a un rival que, sobre el papel, llegaba como favorito tras su destacada actuación en la Copa América.

Luis Malagón emergió como figura clave del encuentro al realizar una atajada crucial al minuto 42, evitando que Canadá se pusiera en ventaja tras un cabezazo de Cyle Larin. Esta acción no solo mantuvo el marcador en ceros, sino que también inyectó confianza al equipo mexicano para la segunda mitad.

En el ataque, México tuvo sus momentos, destacando una clara oportunidad de Santiago Giménez al minuto 53, quien no pudo concretar ante una buena salida del portero canadiense Dayne St. Clair. Esta jugada ejemplificó el desafío que enfrenta Aguirre: combinar la nueva actitud combativa con la eficacia frente al arco.

El empate sin goles, aunque no ideal, representa un paso adelante en términos de actitud y enfoque táctico. Aguirre ha enfatizado la importancia de que los jugadores se "rompan la madre" por el escudo, un mensaje que parece estar calando en el equipo. Sin embargo, el técnico reconoce que aún queda trabajo por hacer para mejorar el aspecto futbolístico y la creación de oportunidades claras de gol.

La baja asistencia en el AT&T Stadium, que obligó al cierre de los niveles superiores, subraya el desafío adicional que enfrenta esta selección: reconectar con una base de aficionados que parece haber perdido la fe tras decepciones recientes.

De cara al futuro, México tiene dos compromisos importantes en octubre: un amistoso contra el Valencia en Puebla el día 12, y un enfrentamiento contra Estados Unidos en Guadalajara el 15. Estos partidos serán cruciales para que Aguirre continúe moldeando al equipo según su visión, buscando el equilibrio entre la garra mostrada contra Canadá y la fluidez ofensiva necesaria para competir al más alto nivel.

En resumen, el empate sin goles contra Canadá, más allá del resultado, marca el inicio de una nueva era para la Selección Mexicana. Con una actitud renovada y un espíritu combativo, el Tri de Aguirre busca forjar una identidad que combine la tradicional habilidad técnica mexicana con una mentalidad más aguerrida. El camino hacia el éxito aún es largo, pero los primeros pasos bajo la dirección de Aguirre sugieren una dirección prometedora para el futuro del fútbol mexicano.