En medio de una tormenta mediática y legal que envuelve a Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, su madre, Janice Smalls Combs, ha decidido hablar públicamente por primera vez. En una entrevista exclusiva con 'Page Six', Janice ha defendido apasionadamente a su hijo, quien enfrenta más de 120 acusaciones de agresión sexual y tráfico de personas.
Defendiendo al hijo, no al ídolo
Janice Smalls Combs no intenta presentar a su hijo como un ser perfecto. Reconoce que Diddy, de 54 años, ha cometido errores en su pasado. Sin embargo, insiste en que la imagen que se está pintando de él en los medios y en la opinión pública está lejos de la realidad. "Mi hijo no es el monstruo que han pintado y se merece la opción de contar su versión de los hechos", declaró con firmeza.
El peso de las acusaciones
La madre del magnate de la música aborda directamente las numerosas acusaciones que pesan sobre su hijo:
- Más de 120 denuncias de agresión sexual y tráfico de personas.
- Imágenes de vigilancia de 2016 que muestran un altercado violento con su exnovia, Cassie Ventura.
Janice argumenta que muchas de estas acusaciones son fabricadas y motivadas por intereses económicos más que por la búsqueda de justicia.
Janice Smalls Combs hace un llamado apasionado a la justicia y a la oportunidad de que su hijo pueda contar su versión de los hechos. Expresa su preocupación de que el juicio mediático está eclipsando cualquier posibilidad de un proceso justo. "Es desgarrador ver a mi hijo juzgado no por la verdad, sino por un relato creado a partir de mentiras", afirmó.
En sus declaraciones, Janice también destaca un problema mayor: cómo las falsas acusaciones pueden empañar la lucha de las verdaderas víctimas de agresiones sexuales. Argumenta que casos como este dificultan que se haga justicia en situaciones que realmente lo merecen.
Una madre esperanzada
A pesar de la gravedad de la situación, Janice Smalls Combs mantiene la esperanza. Concluye su mensaje con un ruego conmovedor: "Rezo para seguir viva y verle contar su verdad". Su amor de madre y fe en la inocencia de su hijo permanecen intactos mientras el caso sigue desarrollándose.
AG