La comunidad artística y filantrópica de Los Ángeles se encuentra de luto tras confirmarse el trágico fallecimiento de Rory Callum Sykes, un notable exactor infantil y activista australiano, quien perdió la vida durante los devastadores incendios que asolan California. El incidente ocurrió el pasado 8 de enero en su residencia de Malibú, donde el fuego denominado 'Palisades Fire' atrapó al joven de 32 años, quien padecía de parálisis cerebral y ceguera.
En un desgarrador giro del destino, su madre, la reconocida autora Shelley Sykes, se vio imposibilitada de rescatar a su hijo debido a la ausencia de agua en la propiedad, situación que atribuyó a los cortes realizados por el Distrito Municipal de Agua de Las Vírgenes. La desesperada madre intentó buscar ayuda externa, pero al regresar con los servicios de emergencia, ya era demasiado tarde para salvar la vida de Rory en la propiedad de 17 acres que compartían.
La pérdida de Rory Sykes representa mucho más que la muerte de un exactor infantil; significa la partida de un verdadero ejemplo de superación y resiliencia. A pesar de sus limitaciones físicas desde el nacimiento, Rory se sometió a numerosas intervenciones quirúrgicas y terapias que le permitieron desarrollar habilidades que los médicos consideraban imposibles, incluyendo la recuperación parcial de su vista y la capacidad de caminar.
Su legado trasciende las pantallas donde brilló en el programa 'Kiddy Kepers'. Como orador motivacional, Rory inspiró a innumerables personas con su historia de superación, y junto a su madre, estableció la fundación 'Happy Charity', dedicada a apoyar a personas con discapacidades. Su trabajo filantrópico y su espíritu inquebrantable lo convirtieron en un faro de esperanza para muchos.
Los incendios que continúan azotando el área de Los Ángeles y sus alrededores han dejado una estela de destrucción y pérdidas irreparables, siendo la muerte de Rory una de las más impactantes para la comunidad. Su partida no solo deja un vacío en el corazón de su madre y seres queridos, sino que también representa la pérdida de un incansable defensor de las causas sociales y un ejemplo viviente de que las limitaciones físicas no son obstáculo para dejar una huella significativa en el mundo.
AG