La cacerolita de mar o cangrejo herradura resulta una pieza clave en el desarrollo para la vacuna contra el COVID-19 ya que a través de su sangre azul se puede evaluar la seguridad de un nuevo medicamento.
Esta especie cuyo nombre científico es "Limulus polyphemus" habita en las costas de Yucatán y en la costa Atlántica de Estados Unidos. Durante décadas, su sangre ha sido utilizada para pruebas médicas gracias a su capacidad de reaccionar a las sustancias nocivas y detectar bacterias.
Hasta la fecha, no existe otra sustancia confiable que pueda funcionar de la misma forma que la sangre de las cacerolitas de mar. Por lo tanto, todas las compañías de Estados Unidos que se encuentran en la carrera para crear la vacuna contra el COVID-19 deberán verificar la seguridad de sus productos con la sangre de la mencionada especie.
También se tienen estudios que relacionan a la cacerolita de mar con la cura del VIH-SIDA ya que una de las sustancias en su sangre es capaz de inhibir la replicación del virus.
¿Cómo funciona?
Los científicos se encargan de extraer la sangre de la especie marina, la cual es utilizada en investigaciones clínicas y de inmunología. Las células que se encuentran en la sangre son capaces de responder con un sistema de defensa y "destruir" a las sustancias invasoras.
Las cacerolitas de mar no mueren durante las pruebas clínicas ya que solo se extrae una tercera parte de su sangre y después son devueltos a su hábitat natural.
¿Cómo son las cacerolitas de mar?
Se trata de un artrópodo con un caparazón duro y segmentado que se denomina exoesqueleto. Pertenece a la clase Merostomata y su existencia incluso se documenta en escritos de Fray Diego de Landa.
Cuentan con 10 ojos, seis pares de apéndices similares a las tenazas de un cangrejo, cuatro pares de patas y una especie de cola con terminación de pico. Pueden llegar a crecer hasta 50 centímetros de largo.
En peligro de extinción
La cacerolita de mar existe desde hace 300 millones de años, por lo que se le considera un fósil vivo. La explotación que se le da a raíz del uso médico, la ha llevado a convertirse en una especie en peligro de extinción en México, siendo parte de una lista de 171 animales endémicos protegidos bajo la Norma Oficial Mexicana 059 de la Semarnat.
En Estados Unidos, un litro de la sangre azul puede ser valorado en 15 mil dólares, por lo que a pesar de estar protegida los pescadores incurren en la pesca furtiva debido al alto ingreso que les representa.
Actualmente, la especie se encuentra distribuida en Campeche, Champotón, Benito Juárez, Holbox y las costas de Yucatán
La bióloga marina María del Rocío Reyes Martínez exhortó a la Semarnat desde el año pasado para fortalecer las medidas en pro de la protección, conservación y vigilancia de la "cacerolita de mar".
Explicó que es necesario crear nuevas medidas de conservación debido al alto uso en investigaciones médicas de Estados Unidos y los requerimientos de su hábitat natural.
Además del uso médico, también es utilizada en Yucatán por los pescadores como cebo para pulpos.
Por Redacción Digital Por Esto!
GM