Han pasado 100 años desde egó al mundo quien se convertiría en la representación eterna del mexicano valiente, enamorado, el charro logró conquistar a todo un País: Pedro Infante, cuyo recuerdo sigue no sólo vivo, sino “coleando”, a 60 años de su muerte.
En la cima de su carrera sus películas fueron producciones ininterrumpidas creadas con el afán de hacer lucir su personalidad de galán y sus dotes musicales, reforzando así el ideal de las mujeres hacia él, que lo veían como el hombre perfecto.
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Además de su trabajo, también es recordado por su vida amorosa, pues tuvo cuatro esposas: María Luisa León, Irma Dorantes, Guadalupe López y finalmente Lupita Torrentera, siendo este último romance uno de los más polémicos.
Estos son los escándalos de Pedro Infante de los que poco se habla
La fama Pedro Infante generó durante sus 19 años de trayectoria artística, de 1938 a 1957, le trajo varios escándalos que marcaron su vida, incluso después de su muerte el diá 15 de abril de 1957, en Mérida, Yucatán.
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Su primer escándalo lo hizo a los 17 años debutó en este sentido, al convertirse en padre de Guadalupe Infante López, producto del romance que sostuvo con Guadalupe López, una joven sinaloense que era su vecina.
En 1937, el artista conoció a María Luisa León Rosas, su primera y a la postre, única y legítima esposa. El noviazgo no fue bien visto por los padres de ella, pues argumentaban que él no pertenecía a su clase social y que, además, era muy joven.
Ambos se trasladaron a la Ciudad de México, se casaron por el civil el 19 de julio de 1939 y unos días después celebraron la boda religiosa, en la Catedral Metropolitana; luego adoptaron a Dora Luisa, de quien se ha dicho es sobrina de Pedro.
Su esposa lo apoyó en el inicio de su carrera como cantante, los días felices quedaron atrás cuando por medio de anónimos se enteró que él tenía otra mujer: Guadalupe Torrentera, bailarina del teatro Follies Bergere y quien contaba apenas con 15 años de edad.
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AR