Nacido el 11 de mayo de 1992, Bobi, un mastín del Alentejo, considerado el perro vivo más longevo del mundo, murió este fin de semana en una casa en Portugal, anunció la organización del Récord Guinness.
Con 31 años y 165 días de edad, este perro consiguió el récord en febrero de este año a la edad de 30 años y 266 días, con lo que arrebató el récord a Spike, un chihuahua de 23 años.
Mientras que el récord del más longevo hasta la fecha lo ostentaba Bluey (1910-1939), un pastor australiano que vivió hasta los 29 años y 5 meses.
“Falleció el 21 de octubre en su casa en la localidad portuguesa de Conqueiros, donde vivió toda su vida con la familia Costa”, escribió la entidad certificadora de récords, citando a su vez el anuncio realizado por la veterinaria estadounidense Karen Becker, que había atendido a Bobi en el pasado.
Bobi fue reconocido el pasado 2 de febrero con el Récord Guinness al perro más longevo del mundo hasta la fecha, un título que le dio fama mundial y que motivó a cientos de personas a visitarle en los últimos meses.
“¡Descansa en paz amigo! Gracias por haber tenido el privilegio de conocerte, el perro más viejo del mundo. Qué vida increíble que tuviste”, escribieron en Instagram.
Su raza, habitualmente empleada para proteger al ganado de depredadores y conocida en Portugal como “rafeiro do Alentejo”, tiene una esperanza de vida de unos 13 años, según la organización.
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AA