¿A qué profundidad vive el pez diablo negro y cómo lo soporta?

Un reciente avistamiento del pez diablo negro (Melanocetus johnsonii) en las costas de Tenerife, cerca de África, ha generado gran interés en la comunidad científica. Este peculiar pez de aguas abisales, que rara vez es visto en la superficie, habita en un entorno extremo que pocos organismos pueden soportar.

¿A qué profundidad vive el pez diablo negro?

El pez diablo negro se encuentra en las profundidades del océano, específicamente entre los 200 y los 2,000 metros bajo el nivel del mar. En esta zona, conocida como la región mesopelágica y batipelágica, la luz solar no penetra, lo que da lugar a un mundo de completa oscuridad.

¿Cómo soporta las condiciones extremas de su hábitat?

Para sobrevivir en un ambiente tan hostil, esta especie ha desarrollado adaptaciones únicas:

1. Resistencia a la alta presión: A tales profundidades, la presión del agua puede ser cientos de veces superior a la de la superficie. Su cuerpo blando y flexible impide que colapse bajo estas condiciones.
2. Bioluminiscencia: Posee un apéndice dorsal luminoso que le permite atraer presas en la oscuridad absoluta.
3. Metabolismo lento: Su metabolismo es extremadamente eficiente, permitiéndole sobrevivir con escasos alimentos.
4. Ojos adaptados: Aunque la luz no llega a su hábitat, sus ojos son sensibles a la bioluminiscencia de otras criaturas.

GOALS:
El diablo negro u rape abisal. Un pez que abandona en soledad el abismo para explorar los confines de lo que su especie conoce. Y al final del viaje, bañado por los rayos de sol, se detiene en la superficie, en el límite entre su mundo y lo desconocido, y finalmente muere. pic.twitter.com/Nvmj5NQACH

— Quintín Atarantino (@TiempoMalparido) February 9, 2025

¿Por qué subió a la superficie?

El avistamiento en Tenerife fue inusual, ya que estos peces no suelen salir de las profundidades. Los científicos barajan varias hipótesis, entre ellas:

• Desorientación por corrientes oceánicas.
• Huida de un depredador.
• Enfermedad o malformación.

Lo cierto es que la aparición de un pez diablo negro vivo en la superficie sigue siendo un fenómeno raro y poco comprendido, lo que resalta la importancia de seguir explorando las profundidades oceánicas.

JGH