Exigen reformas de un sistema económico que consideran desigual / Aumentan a 19 los muertos durante violentos disturbios / Evacuan el Congreso en medio de disturbios
SANTIAGO DE CHILE, 25 de octubre (AFP/AP/EFE/REUTERS).- Casi un millón de personas coparon el viernes todas las avenidas hacia una céntrica plaza de Santiago, exigiendo reformas de un sistema económico que consideran desigual y coreando lemas contra el gobierno por afrontar con militares el peor estallido social en Chile en tres décadas.
La protesta estudiantil iniciada hace una semana contra el aumento del metro derivó en una crisis social en Chile, con los manifestantes en las calles exigiendo un pedazo más grande de la prosperidad que hizo de este país uno de los más estables de América Latina.
“Chile hoy vive una jornada histórica. La RM (región metropolitana) es protagonista de una pacífica marcha de cerca de 1 millón de personas que representan el sueño de un Chile nuevo, de forma transversal sin distinción”, dijo la intendenta de la capital Karla Rubilar en Twitter, considerada una ‘outsider’ en el grupo político del presidente de derecha del Sebastián Piñera.
Camioneros y automovilistas congestionaron este viernes las carreteras que unen Santiago al resto del país para reclamar una baja en las altas tarifas del sistema electrónico de peajes.
Tras siete días con el país semiparalizado, la bolsa se desplomó solo el lunes y luego ha seguido sin grandes alteraciones, al igual que el dólar que si bien registró una subida esta semana, cerró a un nivel similar del mismo mes del año pasado.
“Pedimos justicia, honestidad, ética en el gobierno, no es que queramos socialismo, comunismo; queremos menos empresas privadas, más Estado y las propuestas que hizo (Piñera esta semana) van a arruinar el presupuesto para subsidiar las empresas privadas”, dijo a la AFP Francisco Anguitar, 38 años, empleado en desarrollo de inteligencia artificial.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) calculó unas pérdidas comerciales de más de 1,400 millones de dólares por la semana de protestas en el país contra la desigualdad y el Gobierno de Sebastián Piñera, que ya contabilizan 19 fallecidos, cinco de ellos extranjeros.
Ebullición popular sin liderazgo
Este estallido sin precedentes en Chile, el más grave en casi 30 años desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), representa un claro desafío para su reconocido modelo económico de mercado abierto.
En una semana han muerto 19 personas en violentos disturbios que dañaron seriamente la red del metro de la capital que moviliza unos tres millones de personas a diario, y a los que siguieron enfrentamientos, saqueos e incendios en Santiago y otras ciudades.
Ante la multiplicación de denuncias sobre la acción de los militares, que están desplegados en las calles desde el sábado, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, anunció el envío de “una misión de verificación para examinar” la situación.
Amnistía Internacional dijo que “el mundo tiene los ojos en Chile”, y anunció el envío de su “equipo regional de crisis para documentar”, junto con sus trabajadores en el país, “las graves violaciones a los derechos humanos y, posibles crímenes de derecho internacional que se están cometiendo por agentes del Estado”.
Séptimo toque de queda
El viernes rige el séptimo toque de queda nocturno consecutivo, entre las 23:00 (02:00 GMT) del viernes y las 04:00 del sábado.
El metro -con más de 70 estaciones dañadas, varias de ellas destruidas- funciona parcialmente en cinco de sus siete líneas, apoyado por miles de buses para trasladar a la mayoría de los siete millones de santiaguinos.
La Cámara de Comercio de Santiago registró más de 1,400 millones de dólares en pérdidas, tanto por saqueos y destrucción de negocios como por menores ventas “producto principalmente del cierre forzado de locales y el robo o destrucción de inventarios”.
Según la asociación gremial, hay más de 25,000 locales afectados, de los que cerca de la mitad corresponde a pequeños negocios.
Evacuan el Congreso
El Congreso chileno fue evacuado el viernes luego de que centenares de manifestantes intentaron pasar su perímetro de seguridad en medio de enfrentamientos con la policía, en el octavo día de multitudinarias protestas contra el gobierno.
A la sede del Legislativo, ubicada en el vecino puerto de Valparaíso, llegaron los manifestantes que fueron violentamente dispersados con gases lacrimógenos.
Algunos manifestantes intentaron ingresar al Congreso tras lo cual los carabineros cerraron los accesos, antes de que se ordenara la evacuación del edificio y se suspendieran todas las actividades.
Los congresistas y el personal administrativo fueron evacuados mientras grupos de encapuchados levantaban barricadas y lanzaban piedras contra la policía antimotines.