MOSCU, Rusia, 2 de julio (EFE/AFP).- Catorce marineros rusos murieron a consecuencia de un incendio en un submarino de investigación que se produjo este lunes, informó hoy el Ministerio de Defensa de este país.
Según varios medios rusos, el submarino accidentado es el sumergible nuclear AS-12, conocido también por el nombre de “Losharik”, capaz de descender a profundidades de hasta 6.000 metros.
El accidente se produjo en aguas territoriales rusas en un aparato de la Flota del Mar del Norte destinado a la investigación del fondo marino, indicó Defensa en un comunicado.
“Durante la realización de unas pruebas de batimetría estalló un incendio. Como resultado 14 submarinistas fallecieron por intoxicación con humo”, señala el ministerio.
En la actualidad el aparato accidentado se encuentra en la base naval rusa de Severomorsk (noroeste de Rusia) .
Las causas del suceso se están investigando, informó Defensa sin dar de momento más detalles.
El canal de Telegram Baza señala a su vez, que el accidente ha dejado también varios heridos que se encuentran ahora en un hospital de la marina rusa en Severomorsk.
“Le pido viajar a Severomorsk para escuchar personalmente los informes y garantizar que la comisión establezca las causas de esta tragedia”, indicó el presidente Vladimir Putin, citado por la agencia rusa Tass.
Putin solicitó al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ante las cámaras de televisión informarle personalmente de los resultados de su visita.
Además, el jefe de Estado expresó sus más profundas condolencias a los familiares de las víctimas.
“Hay que hacer todo lo necesario para ofrecerles ayuda y apoyo”, añadió.
Este accidente recuerda a la tragedia del submarino a propulsión nuclear “Kursk”, joya de la flota rusa del Norte, que se hundió con 118 hombres a bordo el 12 de agosto de 2000, cuando comenzaba el primer mandato de Putin.
El “Kursk” sufrió la explosión de uno de sus torpedos, lo que desencadenó la destrucción de todo el depósito de municiones y enviando al submarino a 110 metros de profundidad.
Veintitrés tripulantes sobrevivieron durante varios días tras la explosión, pero murieron al no ser rescatados a tiempo.
Ese accidente sigue siendo hasta la actualidad la peor catástrofe sufrida por la marina rusa, y una sombra en el legajo del jefe del Kremlin, muy criticado por su gestión de esta crisis.
En 2008, 20 personas murieron asfixiadas a bordo del submarino ruso “Nerpa” en el Mar de Japón, tras haber inhalado de gas freón emitido por el sistema anti-incendio. Más de 200 personas se encontraban a bordo, una cifra mucho mayor a las 80 previstas.
En los últimos diez años, tres incendios se declararon en submarinos rusos en reparación. Los especialistas señalaron problemas de disciplina y de respeto de las normas de seguridad en los astilleros.
Muchos accidentes mortales tuvieron lugar en los años 1960 y 1970 en submarinos, principalmente soviéticos, pero también uno estadounidense, el “USS Thresher”, desaparecidos con 129 personas a bordo, la catástrofe más mortífera hasta esta fecha.