En medio de un toque de queda paralizante por tercer día, los residentes prometen resistir el movimiento de India para eliminar el estado especial de la región.
Srinagar, Cachemira administrada por la India : Ghulam Mohammad Mir, un conductor de ambulancia en movimiento, no se ha comunicado con su esposa y sus dos hijos desde el lunes, cuando las autoridades impusieron una represión sin precedentes en la región en disputa, cerrando internet y teléfonos móviles, impidiendo el movimiento y encerrar a los líderes de Cachemira en las cárceles.
Pero eso no ha impedido que el hombre de 42 años lleve a las embarazadas y asistentes de aldeas y pueblos al principal hospital de maternidad Lal Ded de Cachemira en la ciudad principal de Srinagar.
"Excepto por las tropas indias y sus puntos de control, no hay nada visible en las calles. Me han golpeado en varios lugares por ayudar a los pacientes desde ayer. ¿Cuál es mi crimen?" preguntó.
Mir sabe que no ha cometido ningún delito, pero su ambulancia recorre las calles de una nueva Cachemira, una que acaba de ser despojada de su carácter semiautónomo, incluida su constitución, bandera y derechos hereditarios, por la derechista Bharatiya. El gobierno del Partido Janata ( BJP ) utiliza decretos urgentes y votos del parlamento, encendiendo un viejo barril de pólvora en el sur de Asia.
"Nuestro honor ha sido sacrificado. Cuando escuché sobre la abrogación de los términos de adhesión, sentí que había perdido una parte de mi cuerpo. Cachemira no seguirá siendo la misma área".
"Zulm, zulm, zulm [injusticia, injusticia, injusticia]", repitió Ghulam Mohmmad Reshi, de 73 años, un granjero en el área norteña de Tangmarg, que también pasó por varios controles militares para llegar al hospital con su hija que está de parto.
"Mientras buscamos pases de toque de queda de las autoridades para viajar en nuestras propias carreteras, los indios celebran nuestro duelo colectivo distribuyendo dulces", dijo, refiriéndose a imágenes de indios eufóricos que se transmiten en Cachemira en el único canal de televisión en la región, estado- ejecuta Doordarshan.
Antes de que India terminara el estatus especial de Cachemira y lo dividiera en dos territorios para ser gobernado directamente por Nueva Delhi, se desplegaron decenas de miles de tropas indias para frenar un posible levantamiento, además del medio millón de tropas ya estacionadas allí. El bloqueo, impuesto durante la noche del domingo, ha visto todos los medios de comunicación rotos y restricciones de movimiento impuestas.
"Este apagón no tiene precedentes. Nos vemos obligados a almacenar videos e imágenes en nuestros pen drives, que luego son transportados físicamente a nuestros periódicos y canales de televisión en Delhi por quienes vuelan fuera del valle", dijo un periodista de Nueva Delhi. revista de noticias basada , hablando bajo condición de anonimato, le dijo a Al Jazeera.
"Otros periodistas están pidiendo ancho de banda en oficinas gubernamentales y hospitales con servicio de internet de emergencia disponible".
Aunque unos pocos diarios importantes lograron imprimir sus periódicos el martes, la mayoría de las historias eran telegramas o artículos seleccionados, ya que la prensa local sigue siendo disfuncional. Los sitios web de los principales periódicos muestran historias del 4 y 5 de agosto, cuando comenzó el bloqueo de Internet.
'No aceptará la regla de la India'
La pintoresca región del Himalaya sigue en disputa entre India y Pakistán , que han librado dos guerras desde 1947. En febrero de este año, los rivales nucleares se acercaron peligrosamente a una tercera guerra después de que un rebelde de Cachemira embistió su automóvil cargado de explosivos contra un ejército indio. convoy, matando a más de 40 soldados indios e iniciando ataques aéreos de ojo por ojo entre las fuerzas aéreas indias y pakistaníes.
Los rebeldes armados y los manifestantes civiles quieren la independencia de Cachemira o una fusión con Pakistán a través de un plebiscito respaldado por la ONU. Una rebelión de baja intensidad contra el gobierno indio se ha evaporado desde 1989, dejando a decenas de miles, en su mayoría civiles, muertos.
Pakistán dice que si Nueva Delhi intenta cambiar la demografía de Cachemira instalando a más indios allí, podría cambiar el resultado de un futuro plebiscito.
Al Jazeera habló con varios lugareños que temen que los cambios demográficos ahora sean inevitables en la región de mayoría musulmana, ahora que los ciudadanos de la India, en gran parte hindú, pueden comprar propiedades y buscar trabajo del gobierno allí.
"Nuestra mayor preocupación es que los sujetos no estatales podrían dominarnos y convertirnos en una minoría pronto. El futuro parece sombrío", dijo Nabi Khan, de 65 años, que había estado llevando a su nuera a un hospital de maternidad cuando se conocieron las noticias. del fin del estado especial de Cachemira.
En su casa en el barrio de Abi Guzar de Srinagar, Safiya Nabi, de 66 años, dijo que estaba inquieta desde que su hijo le contó sobre el destino de la autonomía de Cachemira.
No celebraremos este Eid. Es un luto. AHMED, EMPRESARIO DE CACHEMIRA
"He puesto esta cara solo para cocinar para mi familia y apoyarlos, pero mi corazón está llorando. Lucharemos en las calles pero no aceptaremos el gobierno de la India, que nos traicionó".
La última vez que se impusieron restricciones severas en el territorio en disputa fue en 2016 después del asesinato del popular líder rebelde Burhan Wani , que provocó meses de protestas contra la India que dejaron casi 100 muertos.
Esta vez, las autoridades indias no solo arrestaron a los separatistas, sino que también tomaron bajo custodia a los líderes pro India, junto con sus partidarios en el período previo a Eid-ul-Azha.
"No celebraremos este Eid. Es un duelo. Bajo una conspiración bien planificada, los musulmanes de la región están siendo castigados", dijo el empresario Ahmed, quien solo dio su primer nombre.
Temiendo un levantamiento masivo, India ordenó a los peregrinos y turistas hindúes que abandonaran la región citando "amenazas terroristas". La policía registró hoteles y casas flotantes, pidiendo a los turistas que se fueran, lo que provocó una serie de advertencias del Reino Unido, Alemania, Israel y Australia a sus ciudadanos contra las vacaciones en la región.
"Pasé un mes aquí e hice muchos amigos. Mi sentido dice que lo que el gobierno indio está tratando de hacer es algo que no beneficia al pueblo de Cachemira", dijo Rachel Jones, de 41 años, una turista estadounidense nacida en Canadá. Al Jazeera
"Entonces, decidí quedarme atrás. Siento que mi presencia es muy importante para mostrar mi solidaridad con los cachemires".
“Llegué hace siete días. Tenía un plan de trekking de 25 días, pero debido a los anuncios que buscaban que los turistas se fueran, tuve que acortar mis planes ", dijo Anuja Bose, una turista del estado occidental de Goa en India.
"Hasta ahora, he viajado solo en el valle de Cachemira. La gente aquí es increíble". Los propietarios de hoteles dicen que las advertencias repentinas han matado sus negocios en un área donde la economía ya está en ruinas. "Estábamos haciendo buenos negocios. Ya no más", dijo Jehangir Ahmad, de 33 años, propietario de una casa de huéspedes en el vecindario de Dal Gate. "La policía y las tropas asustaron a nuestros invitados. Y aunque me sorprendió escuchar que la India ha derogado nuestro estatus especial, algunos turistas indios en mi casa de huéspedes se regocijaron, pero no pude expresarles mi insatisfacción. En el fondo pensé ' primero robaste nuestras voces, y ahora, nuestra tierra ". Otros, como Waseem Wani, un hombre de negocios de 32 años, dijeron que Cachemira se dirige a un acuerdo al estilo de Cisjordania donde los colonos empujan y exprimen a los locales de sus vecindarios. "Hemos enfrentado atrocidades en las últimas cuatro décadas, pero ahora estoy realmente preocupado por el futuro de mis hijos. ¿Qué enfrentarán?" preguntó. "Cuando pienso en todo esto, me viene a la mente la imagen de los niños de Palestina y lloro. India nos engañó después de 70 años", dijo. "Pero no dejaremos que Cachemira se convierta en otra Palestina". FUENTE: NOTICIAS AL JAZEERA