WASHINGTON, EE.UU., 14 de septiembre (Reuters/Europa Press) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado que conversó con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sobre un posible tratado de defensa entre las dos naciones, en un anuncio que podría reforzar la posición del líder de derecha para ser reelecto en los próximos días.
“Tuve una conversación telefónica con el primer ministro Netanyahu para discutir la posibilidad de seguir adelante con un tratado de defensa mutua entre Estados Unidos e Israel, lo que podría sustentar más la alianza entre los dos países”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
El mandatario estadounidense añadió que desea continuar esas discusiones más adelante en el mes, en los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas que iniciará próximamente en Nueva York.
Netanyahu agradeció a Trump y dijo en un tuit que Israel “nunca ha tenido un amigo mejor en la Casa Blanca”. El líder conservador dijo que esperaba la reunión en Nueva York a fin de “avanzar en un tratado histórico de defensa entre Estados Unidos e Israel”.
Las declaraciones Trump, apenas días antes de las elecciones de Israel el martes, parecían impulsar la posición de Netanyahu para que permanezca en el poder mostrando el fuerte vínculo con el presidente estadounidense.
Sondeos de opinión proyectan una contienda estrecha, cinco meses después de unos comicios poco concluyentes en los que Netanyahu se declaró ganador pero no pudo formar una coalición de Gobierno.
Estados Unidos e Israel tienen ya unas intensas relaciones militares que se plasman cada año en 4,000 millones de dólares en ayuda militar estadounidense. Además Trump y Netanyahu tienen una estrecha relación personal y Trump incluso aparece en los carteles de la campaña electoral de Netanyahu.
La intervención de Trump podría ser crucial, ya que las encuestas pronostican un empate virtual entre el partido de Netanyahu y la formación Azul y Blanco liderada por el ex jefe del Estado Mayor israelí Benny Gantz.
Un acuerdo de defensa mutua entre Washington y Tel Aviv obligaría a Estados Unidos a entrar en una guerra si Israel fuera atacada y podría provocar un conflicto abierto con Irán.