LA HABANA, Cuba 23 de septiembre (Por Pelayo Terry Cuervo, especial para Por Esto!).- Como resultado de sus políticas en el sector de la Salud Pública, Cuba logró por cuarto año consecutivo mantener la certificación de la eliminación de la transmisión materno-infantil de la infección por el VIH y la sífilis como un problema de salud.
El ministro del sector en el archipiélago, doctor José Angel Portal Miranda, informó en su cuenta en Twitter que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ratificó tal condición, lo que constituye sin dudas un reconocimiento a los esfuerzos de la mayor de las Antillas en la protección de las embarazadas y sus descendencias.
De acuerdo con Portal Miranda, el comunicado enviado por la OMS al Ministerio de Salud Pública señala que “Cuba lleva manteniendo la eliminación de la transmisión materno-infantil de la infección por el VIH y la sífilis desde 2015, lo que constituye un logro impresionante en materia de salud pública”.
Según el texto, en junio de 2019, la isla presentó un informe sobre el sostenimiento de estos indicadores a la secretaría mundial de la OMS, que atiende estos temas.
El comunicado sostiene que el “Comité Mundial de Asesoramiento sobre la Validación (GVAC) quedó impresionado por los indicadores nacionales en este ámbito durante el período 2017-2018. Los indicadores de proceso sobre las pruebas de detección de la infección por el VIH y la sífilis siguen siendo muy altos”, agrega.
Según el titular de Salud cubano, el informe que avalaba la certificación de esta meta en el año 2015 explicaba que nuestro país había logrado una tasa de transmisión materno-infantil del VIH del 1.85%, por debajo del promedio regional, y por debajo de la meta del 2% acordada por los países.
Ese logro, agregó el Ministro en la red social, ha sido posible gracias a los esfuerzos del Estado cubano en diferentes tipos de intervención, como garantizar la atención prenatal, con un promedio de diez controles por embarazada, el parto institucional, con personal calificado, la prueba serológica y de detección del VIH durante el embarazo, con vigilancia activa de las embarazadas con serología positiva para el VIH o la sífilis, y el acceso al tratamiento antirretroviral, según lo establecido por los organismos internacionales.
Cuba fue el primer país del mundo en alcanzar esta condición en el año 2015, luego de una revisión rigurosa liderada por el Comité Regional de Validación, junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH (ONU/Sida), el cual abarcó aspectos fundamentales desde la atención médica hasta los derechos humanos.