SATKHIRA, Bangladés, 21 de mayo (AFP) - Al menos 95 personas murieron en Bangladés y el este de India por el paso de un ciclón, el más devastador de los últimos 20 años, que arrancó árboles y decenas de miles casas y obligó a millones de personas a refugiarse, en plena pandemia del coronavirus.
Pese a los daños considerables que causó el miércoles el ciclón, el más potente que se haya formado en el Golfo de Bengala en lo que va de siglo, parece que Amphan no causó tantas víctimas mortales como se temía en un principio. Hasta hace poco, los ciclones más potentes podían dejar miles de muertos en esta región.
India registró 72 fallecidos en el Estado de Bengala Occidental y Bangladés dio cuenta de 16 muertos en su territorio, según los balances provisorios del jueves por la noche.
Los dos países de Asia, acostumbrados a la gestión de ciclones y con unos sistemas de vigilancia meteorológica eficaces, decidieron evacuar de forma preventiva a tres millones de personas a refugios de emergencia.
“Nuestro fin”
Los habitantes de Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental, uno de los más afectados, se levantaron el jueves con las calles inundadas y coches inmersos en el agua.
Cuando el ciclón golpeó, el miércoles por la noche, la metrópolis de 15 millones de habitantes durante casi seis horas, “fue aterrador y creímos que había llegado nuestro fin”, contó a la AFP Susanta De, un empleado de banco de 40 años.
“Solo se oía el rugido del viento y el ruido de las ventanas rompiéndose”, describió. “Cada segundo parecía que duraba una hora”.
El ciclón Amphan, que se formó el fin de semana frente a las costas de India, tocó tierra a última hora del miércoles, al sur de Calcuta, con vientos sostenidos de 165 km/h y fuertes lluvias.