La reina Isabel II canceló la gran cena que tradicionalmente organiza previa a la Navidad con su familia, debido al aumento de infecciones por la variante ómicron del COVID-19.
La monarca tenía previsto reunir a casi 50 personas para almorzar el próximo martes en el castillo de Windsor, su actual residencia a unos 40 kilómetros al oeste de Londres. Después debía viajar a Sandringham, en el este de Inglaterra, para pasar la Navidad con su familia más cercana.
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La reina decidió cancelar el evento como medida de precaución, debido a la situación sanitaria ya que los casos de covid-19 se disparan a niveles récord en el Reino Unido.
En tanto, muchos británicos han decidido en los últimos días cancelar cenas en restaurantes, espectáculos o fiestas de Navidad en el trabajo para evitar poner en peligro a sus seres queridos o tener que cancelar sus planes navideños.
El estado de salud de la monarca fue motivo de preocupación desde que los médicos la pusieron en reposo el 20 de octubre y pasó una noche en el hospital para someterse a pruebas "preliminares", cuya naturaleza nunca se especificó.
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