Este viernes el máximo jerarca de la Iglesia Católica llegó a la ciudad iraquí de Bagdad para realizar una visita oficial al país árabe, la primera de un papa aIrak, esto con el objetivo de visitar a la población cristiana nativa y de realizar encuentros con los clérigos musulmanes locales.
La visita se hace bajo un fuerte dispositivo de seguridad, debido a una serie de ataques realizados en los últimos meses, siendo el más destacado un atentado realizado el 21 de enero, mismo que dejó un saldo de 32 personas muertas en Bagdad.
En días pasados, también se registró un ataque con misiles a una base aérea que albergaba soldados estadounidenses, pero en esta ocasión, no se registraron muertos o heridos, así como tampoco daños significativos.
La seguridad del pontífice será supervisada por las fuerzas de seguridad iraquíes y por efectivos militares extranjeros estacionados en la zona, además de que el papa se trasladará en un auto cerrado y posiblemente blindado.
Para evitar contagios, la delegación que acompañará a Francisco, compuesta por su personal y periodistas, se encuentra vacunada contra el COVID-19, los actos que realizará estarán limitados a menos de 100 personas, aunque las autoridades de Irak han dado un permiso extraordinario para celebrar una misa masiva este domingo en el estadio de Erbil, donde se esperan unas 10 mil personas. Desconocido para muchos, Irak es hogar de una de las comunidades cristianas más antiguas en el mundo, quienes se identifican étnicamente como asirios y hablan el antiguo idioma arameo, además de árabe. En la actualidad, se desconoce el número total de cristianos en este país, el cual ha mermado significativamente en los últimos años debido a la persecución, pero algunos estudios estiman que todavía hay entre 500 mil y 1 millón 500 mil creyentes.
Con información de EFE y AP. JMCG