La Reina Isabel II, monarca de Gran Bretaña de Irlanda del Norte, así como innumerables territorios de ultramar, despidió este sábado de Felipe de Edimburgo, quien fuera su esposo y que murió la semana pasada a los 99 años de edad.
A las 8:41 horas (Tiempo del Centro de México) partió el cortejo fúnebre desde el castillo de Windsor escoltando el cuerpo del príncipe consorte en un vehículo Land Rover color verde, diseñado por el mismo Felipe.
La procesión estuvo compuesta por elementos militares y por miembros de la familia real, vestidos de negro, quienes siguieron de cerca el vehículo en el que se transportaban los restos mortales del esposo de la reina.
Alrededor de las 09:00 horas, el ataúd llegó a las puertas de la capilla, por lo que tuvo que ser transportado por Marines Reales durante todo el trayecto al Altar Mayor del recinto religioso, donde se ofició una misa solemne en honor del duque.
La soberana, vestida de negro y con una expresión seria, llegó a la iglesia en un vehículo Bentley, junto con una dama de compañía, para ver por última vez a a quien fuera su esposo por 73 años.
Antes de iniciar la ceremonia, se guardó un minuto de silencio en toda Gran Bretaña en memoria de Felipe, instante que inició con un disparo de artillería, efectuado por la Real Tropa del Rey.
Sorprendió la presencia del príncipe Harry, también duque de Sussex, quien volvió de Estados Unidos para estar en la ceremonia, a pesar del distanciamiento que existe entre él y los miembros de la familia real por las acusaciones de racismo contra su esposa, Meghan Markle, duquesa de Sussex, quien no acudió a los ritos fúnebres.
El cuerpo de Felipe de Edimburgo reposará en el panteón real, debajo de la capilla de San Jorge
JMCG