El día de ayer, la Casa Blanca informó que el retiro gradual de tropas estadounidenses de Afganistán anunciado por el presidente Joe Biden este año había comenzado, con el objetivo de completarlo durante los próximos meses.
Como una especie de conmemoración, se espera que el 11 de septiembre de 2021, cuando se cumplan dos décadas de los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York por parte del grupo al Qaeda, la gran mayoría de las tropas extranjeras que están desplegadas en Afganistán regresen a sus países de origen.
Karine Jean-Pierre, subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo a los periodistas que viajaban con ella en el avión presidencial Air Force One que “el repliegue de tropas está en marcha” y también agregó que se ha montado un dispositivo de seguridad para disuadir de ataques en contra de militares.
En la actualidad, permanecen unos 3 mil 500 soldados estadounidenses en el país asiático y unos 7 mil efectivos de sus aliados, quienes apoyaron la invasión a esta nación en 2001, con el objetivo de localizar a Osama Bin Laden, autor intelectual de los ataques a Nueva York.
Todavía es un misterio lo que ocurrirá una vez que Estados Unidos y sus aliados retiren al grueso de sus tropas, aunque se espera que los talibanes intenten una ofensiva armada en contra del gobierno afgano apoyado por la coalición estadounidense.
Sin embargo, un número muy reducido de soldados permanecerá en el país, pero solamente con el objetivo de brindar seguridad a instalaciones diplomáticas estadounidenses y a otros objetivos prioritarios.
Afganistán es conocido por los historiadores como el “cementerio de imperios”, pues ha sido invadido en numerosas ocasiones por grandes potencias como el Imperio Británico, la Unión Soviética y más recientemente Estados Unidos, sin que ninguno de estos países pudiera lograr concretar el control total del territorio.
JMCG