De acuerdo con autoridades de la India, miles de habitantes recibieron dosis de agua salina en lugar de la vacuna contra COVID-19, esto debido a que al menos 12 centros de vacunación en Maharashtra, eran fraudulentos por lo que un estimado de 2 mil 500 personas se vieron afectadas por este hecho.
Sin embargo, una cuestión que preocupa a las autoridades es que se han registrado eventos parecidos en otras partes del país en un periodo de dos meses.
Pese a que la aplicación de la vacuna en la India es gratuita, se estableció que el Estado únicamente asumiría la responsabilidad de cubrir la inoculación de las personas mayores de 45 años, lo que quiere decir que el resto de la población se vería obligada a costear su propia vacuna.
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Tras las acusaciones que recibió la policía sobre centros de vacunación que no contaban con autorización en Calcula, donde se aplicaban antibióticos en lugar de la vacuna contra COVID-19, surgió el llamado de Bhushan.
Estos hechos ocasionaron que cientos de manifestantes se dieran lugar en las calles de la capital bengalí donde protestaron por la presunta participación por parte de la autoridad local en estos hechos fraudulentos.
MA