Los talibanes buscan la resurrección completa de su emirato islámico que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001, para conseguirlo, usaron la estrategia militar de ataques contra diversos objetivos en el país.
Primero negociaron la salida de las tropas estadounidenses y extranjeras en territorio afgano, a través de un acuerdo con Estados Unidos, donde se comprometieron a no atacar objetivos estadounidenses a cambio de su retirada.
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Talibanes invaden la tercera ciudad de Afganistán en su ofensiva contra Estados Unidos
Como parte de este acuerdo, Washington presionó al gobierno afgano para que liberara a miles de prisioneros talibanes, la mayoría de los cuales se reincorporaron de inmediato al combate con los insurgentes.
En los últimos ocho días, los talibanes han tenido suerte, por lo que ahora pueden aspirar a una rendición incondicional del gobierno afgano.
El deceso del ejército afgano pudo darse luego de la falta de voluntad de luchar, la corrupción y el vacío creado por la salida de Estados Unidos.
Los comandantes se habrían quedado con dinero destinado a sus tropas, vendieron armas en el mercado negro y mintieron sobre el número de soldados en su filas.
Además, las fuerzas afganas también dependían del poder aéreo estadounidense, desde la logística hasta los ataques y nunca tuvieron un liderazgo eficaz e importante.
Fueron dirigidos por civiles en el palacio presidencial con poca experiencia militar, o ignorados por generales veteranos que parecían más involucrados en luchas políticas insignificantes que en la gran guerra que se avecinaba.
¿Cómo puede terminar todo?
El gobierno de Kabul ahora controla solo tres ciudades importantes, y es poco probable que le quede un margen de maniobra logística para organizar una defensa exitosa de la capital.
Los talibanes se están moviendo hacia Kabul con informes que sugieren que sus combatientes están progresando en los flancos del norte y el sur de la capital
IG