La última hija secreta e ilegítima del dictador italiano Benito Mussolini, Elena Curti, murió este lunes, a los 99 años de edad, en su domicilio de la localidad de Acquapendente, Italia, según recogen los medios locales.
Curti, que de no haber muerto habría cumplido los cien años el próximo 19 de octubre, era hija del Duce y de la costurera Angela Cucciati, esposa del jefe de la brigada fascista de Milán (norte), Bruno Curti.
La hija, uno de los varios vástagos ilegítimos del dictador, nació en las vísperas de la Marcha sobre Roma con la que Mussolini el 27 de octubre de 1922 alcanzó el poder, instaurando el origen del régimen fascista que desbarataría el sistema parlamentario.
El escritor Antonio Scurati narra en su biografía del dictador el encuentro entre el Duce y Angela Cucciati en 1921, cuando ésta acudió ante él para suplicar la liberación de su marido, arrestado por los violentos disturbios callejeros ocurridos en aquellos tiempos.
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Mussolini se casó con Rachele Guidi, con quien tuvo cinco hijos, Edda, Vittorio, Bruno, Romano y Anna Maria, pero son conocidas las múltiples relaciones extramaritales que mantuvo con muchas mujeres, así como los hijos ilegítimos que nacieron de las mismas.
Elena Curti era la última hija ilegítima del Duce de la que se tuvo noticias y no supo la verdadera identidad de su padre hasta que tuvo 20 años, cuando su propia madre se lo reveló, asegurándole que Mussolini también lo sabía, según recuerda hoy la prensa.
Curti vivió durante cuatro décadas en España con su marido, el piloto militar Enrico Miranda, fallecido en 2008, pero volvió a residir en su localidad natal a principios de los 2000.
Con información de EFE
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