El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, mantiene oculta toda la información referente a su vida personal y sobre todo su estado de salud, por varios años se identificó su imagen con sobrepeso y su adicción al tabaco.
Cabe mencionar que en el año 2014 se especuló sobre una posible enfermedad en las articulaciones, pues en ese momento se mantuvo alejado, y cuando reapareció ya usaba bastón.
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Sin embargo, desde julio del año pasado el líder norcoreano ha presentado pérdidas de peso muy notorias, lo que ha generado preocupación en su régimen, así como diversas especulaciones en torno a su estado de salud.
Kim Jong-un sufría obesidad tipo III
De acuerdo con información de inteligencia de Corea del Sur, en 2011 cuando Kim se hizo cargo del poder de Corea del Norte tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, se tenía establecido que pesaba alrededor de 90 kilogramos.
Conforme pasó el tiempo, su peso alcanzó hasta los 140 kilos, pues las fuentes surcoreanas aseguran que al llegar al poder aumentó su consumo de distintos productos como queso, caviar, vino, etc.
El dictador mide entre 1.70 y 1.75 metros, por lo que al relacionar su estatura con su peso, se estableció que sufría de obesidad tipo 3, la cual puede ser muy grave para su salud.
La perdida de peso en el líder norcoreano es radical y evidente
Pero, en 2021, el líder se ausentó cerca de un mes, y a su regreso, la reducción de peso fue notoria, lo que causó opiniones y preocupación entre los habitantes del país asiático.
Varios medios asiáticos destacaron que Kim había perdido mucho peso, entre 10 y 20 kilos en pocos meses, alegando problemas de salud. Por su parte, los medios norcoreanos, todos bajo el control del régimen, negaron las especulaciones y señalaron que su líder había bajado de peso porque estaba “trabajando por el bien del país”.
En ese momento, las declaraciones oficiales destacaron que Kim Jong-un está sano y que su pérdida de peso se debió a que él “sufre junto a su pueblo, que lucha contra la inseguridad alimentaria crónica agravada por los efectos de una prolongada pandemia de coronavirus”.
Para diciembre del año pasado, el dictador volvió aparecer con más pérdida de peso, lo que ha generado opiniones, pues algunos creen que tiene un severo problema de salud.
En tanto, la información del régimen es cada vez menos creíble, pues las imágenes de Kim no mienten.
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JAL