Salvador Ramos, el tirador de 18 años de Texas, que mató a 19 niños y dos maestras envió una serie de escalofriantes mensajes a una chica en el que afirmaba tener ‘un pequeño secreto’ para contar.
Ramos escribió por chat privado de Instagram a la mujer de California en el que parecía insinuar lo que iba a suceder en la escuela primaria Robb de Uvalde. El joven le pidió que publicara fotos de dos de sus AR-15, así como de un cargador de munición.
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También le envió un inquietante mensaje a las 9.16 de la mañana del martes, justo dos horas antes de que se produjera el ataque, en el que decía: “Me voy a ventilar”.
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Ramos le escribió desde su cuenta @sal8dor_: “Vas a republicar mis fotos de armas”, a lo que ella respondió: “Qué tienen que ver tus armas conmigo”.
El autor de la masacre era un joven solitario que sufría bullying por un impedimento del habla en su infancia, tenía una vida familiar tensa y arremetía violentamente contra compañeros y extraños recientemente y a lo largo de los años, dijeron amigos y familiares.
Solían jugar a videojuegos como Fortnite y Call of Duty. Pero luego Ramos cambió. Una vez, dijo Valdez, Ramos se detuvo en un parque donde a menudo jugaban al baloncesto y tenía cortes en toda la cara. Primero dijo que un gato le había arañado la cara.
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AR