La Capilla Sixtina, la cual inició su construcción en el año de 1471, presentó el 15 de agosto de 1483 su primera misa, la cual fue dedicada a la Virgen María y realizada por el Papa Sixto IV. No obstante, la icónica obra de Miguel Ángel que fue parte de la reconstrucción y ampliación de la Capilla Magna, fue iniciada y finalizada entre 1508 y 1512. El lugar es utilizado por el Papa y el clero para el culto diario y que para ese entonces se encontraba en graves daños y fallas estructurales.
Su reacondicionamiento y expansión fue ordenada, y la bóveda fue decorada por los pintores renacentistas más importantes de todos los tiempos, como: Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli.
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Fue en 1508, décadas después, que el Papa Julio II le encargó al pintor Miguel Ángel que decorara la bóveda de la Capilla Sixtina. El resultado fue una creación impresionante que modificó el rumbo del arte Occidental para siempre. Fue hasta el año de 1515 cuando intervino Rafael, que por encargo del Papa León X diseñó 10 tapices representando la vida de San Pedro y San Pablo, y cuya realización duró cuatro años.
Cabe destacar que la festividad de la Asunción de la Virgen María todavía se sigue celebrando en muchas partes del mundo y su objetivo es seguir recordando la partida de María, la madre de Jesús, de esta vida y la asunción de su cuerpo al cielo. Este dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1 de noviembre de 1950, en la Constitución Munifi centisimus Deus.
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JG