La Fiscalía de Estados Unidos ha solicitado reprogramar la audiencia de Ismael "El Mayo" Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, quien debía comparecer ante un tribunal en Nueva York el jueves 17 de octubre.
De acuerdo con documentos judiciales, los fiscales pidieron al juez Brian Cogan que el proceso se posponga al viernes 18 de octubre a las 11:00 a.m., debido a necesidades logísticas.
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De acuerdo con una fuente que sigue de cerca el caso, esta audiencia de Zambada, quien enfrenta múltiples acusaciones, incluida conspiración para asesinato, narcotráfico, pertenencia a empresa criminal y posesión de armas, fue aplazada oficialmente un día.
"El Gobierno escribe para solicitar que el estatus inicial de la audiencia... se programe para octubre 18", señalan los fiscales en la petición.
El Mayo Zambada, de 75 años, se declaró no culpable el pasado 13 de septiembre en una audiencia en la que la Fiscalía detalló los 17 cargos en su contra. Pese a que las leyes del estado de Nueva York dictan que los juicios deben comenzar dentro de los 60 días posteriores a la primera audiencia, el juez James R. Cho ha concedido una excepción debido a la magnitud y complejidad de este caso, que involucra vastas cantidades de documentos y pruebas.
El fiscal Francisco Navarro, durante la última audiencia, describió a Zambada como uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo, vinculado al tráfico de fentanilo y a actividades violentas que incluyen asesinatos, sobornos y tortura. Estas actividades, aseguró, son parte de un extenso entramado criminal que ha tenido consecuencias mortales, incluso a nivel internacional.
De ser hallado culpable, Zambada podría enfrentar la pena de muerte, aunque este castigo fue abolido en el estado de Nueva York en 2004. No obstante, el Gobierno federal podría imponerlo si considera que las actividades de Zambada, especialmente en relación con el tráfico de fentanilo, constituyen crímenes graves, como asesinatos en masa o terrorismo.
Este aplazamiento añade un nuevo capítulo a uno de los juicios más esperados y complejos en la lucha de Estados Unidos contra el narcotráfico, que ha puesto bajo los reflectores a líderes del crimen organizado responsables de la crisis de opioides que afecta al país.
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