Los candidatos presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump y Kamala Harris, han intensificado sus campañas en estados cruciales como Carolina del Norte, Michigan y Wisconsin en la recta final de las elecciones. Ambos aspirantes intercambiaron fuertes descalificaciones con el objetivo de influir en los votantes indecisos y desalentar el apoyo al rival, mientras las encuestas muestran una carrera ajustada, con diferencias de menos de un punto porcentual.
Durante una visita a Carolina del Norte, Trump se reunió con comunidades afectadas por los huracanes Helene y Milton, que han dejado al menos 30 fallecidos. Aprovechó la ocasión para lanzar duros ataques contra Harris, a quien calificó nuevamente como “la peor” y “vaga del infierno”.
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El expresidente también cuestionó su capacidad intelectual, refiriéndose a ella como “lenta” y criticando los lapsus que llevaron al retiro de Joe Biden de la carrera presidencial en julio pasado.
Trump sostuvo que Estados Unidos no puede permitirse una "radical de izquierda" en la Casa Blanca, y contrastó su propia agenda, llena de eventos y actividades, con la de Harris, quien, según él, mantiene un ritmo más relajado de campaña. El republicano también buscó acercarse a comunidades latinas en Florida, donde reside, en un intento de atraer a votantes minoritarios en un estado que podría ser decisivo en la contienda.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris optó por un día menos agitado, participando en entrevistas donde insistió en las diferencias con Trump. Harris lo describió como “cada vez más inestable” a medida que se acerca la fecha de las elecciones, insinuando que el expresidente podría declarar victoria prematuramente, como lo hizo en 2020, cuando finalmente perdió ante Joe Biden.
Harris advirtió que Trump representa una amenaza para la estabilidad del país, repitiendo los llamados de Biden para evitar que regrese al poder.
Aunque Harris no asistió a mítines, sus aliados salieron en su apoyo. En Michigan, su compañero de fórmula, Tim Walz, y el expresidente Barack Obama realizaron un evento conjunto. A pesar de que el acto no logró llenar el lugar, según reportes de la prensa, Obama hizo un enérgico llamado a los votantes a participar, afirmando que el futuro del país está en juego.
El evento también contó con la participación del rapero Eminem, quien apoyó públicamente a Harris, asegurando que sus políticas protegen las libertades civiles.
Con las elecciones programadas para el 5 de noviembre, ambos candidatos siguen ajustando sus estrategias para movilizar a sus bases y asegurar el apoyo en los estados clave que definirán la elección.
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