OVD-Info, una entidad dedicada a la defensa de los derechos de los opositores arrestados en Rusia, reportó el arresto de al menos 110 personas durante las manifestaciones espontáneas en diferentes ciudades rusas en memoria del difunto opositor Alexéi Navalni, quien falleció en prisión el pasado viernes.
Las autoridades también registraron los datos personales de todos los asistentes a los homenajes, incluyendo a periodistas que cubrían los eventos.
La mayor parte de las detenciones (69) ocurrieron en San Petersburgo, lugar de origen de Vladimir Putin.
Los arrestos restantes se distribuyeron entre Moscú, Nizhni Novgorod, Krasnodar, y otras localidades de la región europea de Rusia y Siberia, según información publicada por OVD-Info.
En la velada del viernes, ciudadanos de toda Rusia colocaron flores en memoriales improvisados en monumentos dedicados a disidentes políticos, actividad que fue documentada y compartida en redes sociales.
Ante la difusión en internet de convocatorias a las manifestaciones, la fiscalía de Moscú recordó que organizar, convocar o participar en concentraciones no autorizadas constituye una infracción administrativa.
Prohibido Disentir
Desde el viernes, agentes de seguridad y civiles han intentado desmantelar los memoriales en honor a Navalni establecidos tanto en monumentos a las víctimas de represiones políticas como en lugares improvisados.
Esto incluye el área frente al Kremlin y el puente donde fue asesinado Boris Nemtsov, otro líder opositor, en 2015, según reportes de canales de Telegram locales.
La muerte de Navalni ha provocado indignación entre los rusos en el exilio, quienes han organizado protestas en ciudades de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, calificando el suceso como un asesinato por encargo del Kremlin.
Alexéi Navalni, quien sobrevivió a un envenenamiento en 2020 y se destacó como un activista anticorrupción, se había convertido en el símbolo más prominente de la oposición en Rusia, actualmente minimizada.
Navalni, de 47 años, falleció de forma repentina en una prisión ártica donde estaba recluido desde diciembre, cumpliendo una condena de casi 30 años, tras haber anunciado una campaña contra la reelección de Putin en las elecciones presidenciales de marzo.
En Rusia, protestar es considerado ilegal bajo estrictas leyes que castigan cualquier forma de disidencia, incluyendo penas de cárcel por criticar al gobierno.
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