En una sesión crucial del Consejo de Seguridad de la ONU, un intento de Estados Unidos por establecer un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza no logró materializarse debido al veto impuesto por Rusia y China.
La propuesta estadounidense, que abogaba por un "alto al fuego inmediato y duradero" y la liberación de rehenes, cosechó 11 votos a favor, pero enfrentó la oposición directa de Rusia, China y Argelia, con Guyana absteniéndose de votar.
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El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, criticó el texto de la resolución calificándolo de "hipócrita" y alegó que no demandaba con suficiente claridad el cese de hostilidades, sino que se limitaba a pedir un cese al fuego inmediato sin atender a las necesidades de protección civil de ambas partes involucradas en el conflicto.
Por su parte, la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield denunció la decisión de Rusia y China como un acto de cinismo, sugiriendo que estas potencias prefirieron ver un fracaso estadounidense a contribuir al éxito del Consejo de Seguridad.
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Este episodio marca un punto de tensión en los esfuerzos internacionales por mediar en el conflicto entre Israel y Hamás, que se intensificó a partir del 7 de octubre tras ataques de la organización palestina contra territorio israelí.
Washington, que anteriormente había evitado emplear el término "alto al fuego" en documentos relacionados con el conflicto, presentó finalmente un proyecto que enfatizaba la necesidad de cesar las hostilidades para proteger a los civiles y facilitar la entrega de ayuda humanitaria esencial, además de apoyar los esfuerzos diplomáticos para alcanzar este objetivo junto con la liberación de rehenes.
El embajador Nebenzia describió la propuesta estadounidense como un "ejercicio retórico vacío", acusando a EE.UU. de dar luz verde a Israel para operaciones militares en Rafah, mientras Gaza enfrenta una devastación sin precedentes.
Zhang Jun, representante de China, criticó la ambigüedad y desbalance del proyecto, argumentando que impone condiciones para el alto el fuego.
Este rechazo en el Consejo de Seguridad impide la condena específica de los ataques de Hamás del 7 de octubre contra Israel, una acción que habría sido un hito en el reconocimiento internacional de los esfuerzos por alcanzar la paz en la región.
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