Las autoridades de Ucrania han logrado detener a dos agentes pertenecientes al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), quienes estaban organizando ataques con misiles contra objetivos estratégicos en Kiev, incluida la torre de televisión y diversas instalaciones de infraestructura energética.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha desarticulado este complot que buscaba desestabilizar aún más la situación en la capital ucraniana.
Según el SBU, los agentes rusos también buscaban información crítica sobre las unidades del Ejército Ucraniano que protegen el Estado Mayor, así como detalles sobre las fuerzas de defensa en la región de Poltava.
Uno de los detenidos se infiltró en una empresa de Odesa que provee alimentos a las unidades militares, con el objetivo de recopilar datos de inteligencia.
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El otro agente estaba encargado de investigar el estado técnico de infraestructuras clave post-bombardeo en marzo de 2022.
Este intento de sabotaje se suma a la serie de ataques que Ucrania ha enfrentado, incluido el reciente ataque con 13 drones iraníes por parte de Rusia, de los cuales 10 fueron neutralizados por las defensas antiaéreas de Ucrania.
Los ataques se concentraron en las regiones de Járkov, Kiev y Sumi, poniendo a prueba una vez más la resiliencia de las fuerzas ucranianas.
El SBU ha señalado que los agentes del FSB capturados en Ucrania podrían enfrentarse a condenas de cadena perpetua por sus acciones.
La continua defensa de Ucrania contra estos ataques subraya la tensa situación en la región y la importancia de la vigilancia y la inteligencia en el conflicto en curso.
Además de los ataques aéreos, la región de Járkov sufrió heridas en civiles debido a un ataque ruso con drones y misiles, destacando la continua amenaza para la seguridad y el bienestar de la población ucraniana.
La región reportó heridas en cuatro personas, afectadas por misiles de crucero y ataques con drones, en un día marcado por la violencia y la agresión.
Este conjunto de eventos pone de relieve la complejidad del conflicto en Ucrania, donde las operaciones de inteligencia, los ataques aéreos y el impacto en los civiles continúan moldeando el curso de la confrontación.
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