En un escenario global marcado por desafíos sin precedentes que ponen a prueba la resiliencia de las comunidades, el impulso hacia la igualdad de género emerge como un imperativo más urgente que nunca.
Asegurar los derechos de las mujeres y las niñas en todas las esferas sociales es fundamental para el logro de un desarrollo sostenible.
Uno de los mayores desafíos para alcanzar la igualdad de género de aquí al 2030 radica en la crítica insuficiencia de fondos, enfrentándose a un déficit anual estimado en 360 mil millones de dólares.
Este 8 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) invita a ser parte del movimiento global en el Día Internacional de la Mujer, bajo el lema "Invertir en las mujeres, acelerar el progreso”.
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Día Internacional de la Mujer 2024: Invertir en las Mujeres para Acelerar el Progreso
En este año 2024 para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la ONU propone cinco áreas clave que requieren de un esfuerzo colectivo para asegurar que ninguna mujer se quede atrás:
Invertir en las mujeres, un deber de derechos humanos
El reloj no se detiene. La igualdad de género permanece como el desafío más significativo en el ámbito de los derechos humanos.
Invertir en las mujeres no solo es un mandato desde la perspectiva de los derechos humanos, sino que es esencial para edificar sociedades inclusivas y prósperas.
Los progresos en este ámbito redundan en beneficios para toda la humanidad.
Erradicar la pobreza
La pandemia del COVID-19, junto con conflictos geopolíticos, catástrofes climáticas y crisis económicas, han sumido a 75 millones de personas adicionales en la pobreza extrema desde 2020.
De no cambiar esta tendencia, se proyecta que 342 millones de mujeres y niñas se encontrarán viviendo bajo el umbral de la pobreza para el año 2030. Es imperativo tomar medidas inmediatas para prevenir esta realidad.
Impulsar un financiamiento transformador para la igualdad de género
Recientes estimaciones advierten que el 75% de los países experimentarán recortes en el gasto público hacia el 2025 debido a conflictos, así como al incremento en los precios de combustibles y alimentos.
La austeridad tiene un impacto desproporcionadamente negativo en las mujeres, al reducir el gasto en servicios públicos esenciales, políticas de cuidado y protección social.
Promover el desarrollo sostenible y la sociedad del cuidado
El modelo económico vigente agudiza la pobreza, la desigualdad y el deterioro ambiental, afectando desmesuradamente a las mujeres, especialmente a aquellas que enfrentan discriminaciones múltiples.
Los movimientos femeninos que promueven alternativas buscan avanzar hacia una sociedad del cuidado que proteja el medio ambiente y asegure la sostenibilidad, fortaleciendo la voz y el liderazgo de las mujeres.
Respaldar los movimientos feministas que lideran el cambio
Las organizaciones feministas están al frente de la batalla contra la pobreza y la desigualdad de género, operando con recursos limitados, al recibir apenas el 0,13% de la ayuda oficial para el desarrollo. Su labor incansable es crucial para impulsar el cambio y garantizar un futuro más justo para todas.
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