En respuesta directa al reciente ataque contra Israel, Estados Unidos y el Reino Unido han impuesto un conjunto de sanciones enfocadas contra sectores clave de la economía iraní, incluyendo la producción de drones y la industria automotriz.
El anuncio, realizado este jueves por el Departamento del Tesoro de EE.UU., resalta una medida coordinada que busca penalizar a Irán por su agresión militar.
Según el Tesoro estadounidense, las sanciones de Estados Unidos afectan a 16 individuos y dos entidades directamente vinculadas a la fabricación de drones, especialmente los modelos Shahed, que jugaron un papel prominente en los ataques del 13 de abril.
Por su parte, el Reino Unido ha extendido sus sanciones a diversas organizaciones militares iraníes y a personal clave implicado en la industria de drones y misiles balísticos iraníes.
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El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, subrayó que estas acciones son parte de un esfuerzo continuo por hacer que Irán "rinda cuentas".
Biden señaló que el objetivo principal es restringir los programas militares de Irán que él considera desestabilizadores para la región.
En Londres, las nuevas sanciones abarcan a tres filiales de Bahman Group, un prominente fabricante de automóviles en Irán, y también al Ministerio de Defensa iraní.
El Gobierno británico ha incluido en su lista negra a trece personas y entidades adicionales, incluyendo al ministro de Defensa Mohammad Reza Ashtiani y al general Gholamali Rashid, resaltando sus roles en la expansión militar iraní.
"El ataque del régimen iraní contra Israel fue un acto imprudente y representa una escalada peligrosa en el conflicto de Medio Oriente", declaró el primer ministro británico, Rishi Sunak, subrayando la gravedad de la situación.
Este conjunto de sanciones, que también se espera sea respaldado por otros miembros del G7, apunta a debilitar la capacidad de Irán para seguir apoyando operaciones militares a través de la fabricación y distribución de tecnología de drones y misiles.
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