Presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, anuncia planes de repatriación para combatir migración

En su discurso durante la ceremonia de proclamación, José Raúl Mulino, recientemente elegido presidente de Panamá, delineó su estrategia para abordar la migración irregular que pasa por la selva del Darién hacia Estados Unidos.

Mulino, quien asumirá oficialmente su cargo el 1 de julio, anunció el inicio de un proceso de repatriación con colaboración internacional, enfatizando su compromiso con el respeto a los derechos humanos.

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"Panamá y nuestro Darién no son rutas de tránsito. No señor, esa es nuestra frontera", declaró Mulino, enfatizando la necesidad de poner fin a lo que describió como la "odisea del Darién".

Estas medidas incluyen el fortalecimiento de la frontera y el inicio de un proceso de repatriación para los migrantes que lleguen al país, asegurando que serán devueltos a sus países de origen.

En un reciente diálogo telefónico con Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., Mulino trató la importancia de manejar la migración de manera segura y humana, una conversación que subraya la coordinación con Estados Unidos en asuntos migratorios.

Durante su proclamación, Mulino también abordó varios temas polémicos y de gran importancia para Panamá.

Resaltó su plan de garantizar agua para el Canal de Panamá, mencionando un proyecto para incorporar el Río Indio como fuente hídrica mediante la creación de un embalse.

Este proyecto, sin embargo, ha suscitado preocupación entre organizaciones campesinas que advierten sobre los riesgos para los recursos hídricos.

Otro desafío significativo mencionado por Mulino es la crisis en el sistema de pensiones y jubilaciones de la Caja de Seguro Social.

El presidente electo destacó la necesidad de construir consenso antes de presentar cualquier proyecto legislativo, prometiendo una gestión inclusiva y dialogante.

Además, Mulino prometió extender la mano a la nueva "fuerza independiente" en el Congreso, refiriéndose a los veinte diputados independientes electos, para colaborar en políticas que impulsen el desarrollo nacional.

Reconociéndose como un "presidente proempresa privada", Mulino se comprometió a fomentar la creación de empleos a través del sector privado.

Al asumir el cargo hasta el 30 de junio de 2029, Mulino se enfrenta a la tarea de fortalecer la economía de Panamá, mejorar la seguridad fronteriza y manejar eficazmente la migración, todo mientras busca un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección de los recursos naturales y sociales del país.

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