El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, recordó a Israel este viernes 24 de mayo que las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) son vinculantes.
Esta declaración se produjo después de que el tribunal ordenara a Israel "detener inmediatamente" sus ataques en Rafah, al sur de Gaza.
"El secretario general recuerda que, de conformidad con la Carta y el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, las decisiones de esta son vinculantes y confía en que las partes cumplan debidamente la orden", señaló Guterres en un comunicado.
Además, informó que "transmitirá sin demora al Consejo de Seguridad la notificación de las medidas cautelares".
El principal órgano judicial de la ONU instó también a Israel a cesar "cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda suponer a los palestinos condiciones de vida que desemboquen en su destrucción física total o parcial".
Asimismo, exigió al gobierno israelí "garantizar el acceso sin impedimentos" a la Franja de Gaza para "cualquier misión" que busque investigar las denuncias de genocidio contra sus autoridades.
Acusaciones "Repugnantes"
Tras conocerse la decisión de la CIJ, el gobierno de Israel declaró que sus operaciones militares en Rafah no representan ningún "riesgo de destrucción de la población civil palestina".
"Israel no ha llevado ni llevará a cabo operaciones militares en la zona de Rafah que generen condiciones de vida que puedan causar la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente", afirmó el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, en un comunicado.
"Israel seguirá permitiendo que el paso de Rafah permanezca abierto para la entrada de ayuda humanitaria desde el lado egipcio de la frontera e impedirá que grupos terroristas controlen el paso", añadió el texto, respondiendo a las acusaciones de genocidio presentadas por Sudáfrica, país que llevó el caso ante la CIJ.
"Las acusaciones de genocidio presentadas por Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya son falsas, escandalosas y moralmente repugnantes", afirmó el comunicado israelí.
Las autoridades del estado judío insistieron en que Israel está ejerciendo su "derecho a defender su territorio y a sus ciudadanos" tras los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre.
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