Desde el pasado martes11 de junio, intensas lluvias torrenciales han azotado la región central de Chile, afectando gravemente a miles de personas.
En la madrugada de este jueves, Santiago de Chile, la capital del país, también se vio impactada por las precipitaciones, causando desalojos por inundación, interrupciones en el suministro eléctrico y problemas de tránsito.
Una de las áreas más afectadas es la ribera del río Curanilahue, en la región del Biobío, donde más de 5 mil personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido al desbordamiento del río.
En pocas horas, la región recibió la cantidad de lluvia que normalmente cae en un año.
Además, otras 400 familias en la misma región debieron huir de sus casas debido al desborde de otro río.
Desastres y daños personales
Más al norte, en la región del Maule, un hombre falleció tras recibir el impacto de un poste de electricidad derribado por vientos que superaron los 80 kilómetros por hora.
En Santiago, las principales avenidas se transformaron en torrentes, con acumulaciones de agua en parques y jardines.
En los campamentos irregulares, los desprendimientos de tierra y el barro han dejado a decenas de personas sin refugio.
Estado de catástrofe y respuesta gubernamental
La Dirección Meteorológica de Chile emitió una "alarma climática", el máximo nivel de advertencia, debido a las intensas precipitaciones y vientos de las últimas 48 horas.
Esta emergencia afecta a 14 de los 20 millones de chilenos en cinco de las 16 regiones del país: Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Ñuble y Biobío.
El presidente Gabriel Boric, desde Suecia donde se encuentra en visita oficial, lamentó la primera muerte y advirtió que las lluvias continuarán con fuerza.
La ministra del Interior y vicepresidenta de Chile, Carolina Tohá, se trasladó a Curanilahue para evaluar los daños.
Antes de partir, informó que se ha decretado el estado de "catástrofe" en las regiones más afectadas para agilizar el despliegue de recursos.
El frente frío está acompañado de un "río atmosférico" categorizado entre 4-5 en una escala de cinco, debido a la gran cantidad de vapor de agua disponible, lo que aumenta significativamente las precipitaciones esperadas.
Este fenómeno impacta a una zona de Chile que ha sufrido una intensa sequía durante los últimos quince años.
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