Donald Trump inició su segundo mandato con una serie de órdenes ejecutivas que impactan directamente en la política hacia Cuba, revirtiendo así decisiones adoptadas en la administración anterior.
En un comunicado emitido pocas horas después de su toma de posesión, la Casa Blanca confirmó que el republicano, de 78 años, anuló la acción de su predecesor, Joe Biden, de retirar a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
De esta forma, se reafirma el endurecimiento de las sanciones contra el gobierno cubano.
La reacción no se hizo esperar. Desde La Habana, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, criticó en redes sociales lo que calificó como “un acto de arrogancia y desprecio por la verdad”.
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Joe Biden retira a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo días antes de dejar el cargo
El dirigente cubano consideró que la decisión de Trump ignora los pasos que se habían dado para intentar mejorar las relaciones bilaterales.
La controversia surge luego de que, la semana pasada, Biden eliminara a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo para impulsar la liberación de presos en la isla.
Aquella medida fue reconocida por el gobierno cubano, que respondió con la excarcelación de 553 personas “por delitos diversos”.
Entre los primeros 127 liberados se encontraban, en su mayoría, manifestantes vinculados a las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, conocidas popularmente como 11-J.
Cuba, por su parte, niega la existencia de presos políticos y sostiene que los opositores son “mercenarios” financiados desde Washington.
El bloqueo comercial estadounidense, que supera ya las seis décadas, se ha visto reforzado en diversos momentos, en especial durante el primer período de Trump (2017-2021), cuando se reinstaló a la isla en la lista negra de países patrocinadores del terrorismo.
Este hecho incrementa las dificultades financieras y obstaculiza potenciales inversiones, ya que las compañías temen sanciones adicionales por parte de Estados Unidos.
La decisión de revertir el retiro de la lista se produce mientras Cuba atraviesa una grave crisis económica, que en los últimos dos años ha empujado a miles de ciudadanos a emigrar, tanto de forma legal como irregular, hacia Estados Unidos.
A medida que la situación se intensifica, la nueva política de Trump podría incrementar aún más las tensiones y dificultar cualquier tipo de negociación que busque un alivio a la población de la isla.
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