CAMPECHE, Cam., 23 de diciembre.- Campeche y Guatemala comparten 194 kilómetros de un total de 965 de límites fronterizos internacionales. Pero además tienen otro aspecto en común: su territorio es usado para el trasiego y almacenamiento de cocaína colombiana, principalmente por el Cartel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, cuyo comercio genera beneficios, pero también muerte en los países establecidos en la ruta de la coca.
Usando el poder del dinero, narcotraficantes mexicanos y sudamericanos lograron enfermar con el cáncer de la corrupción a altos mandos de los gobiernos de Guatemala y México -países clave en la ruta del narco hacia Estados Unidos-, situación que ha favorecido a que al día de hoy la Frontera Sur prácticamente esté en manos de los empresarios del crimen.
Las condiciones económicas y geopolíticas, con el añadido de la compra de impunidad, ha permitido la prosperidad de grupos o células criminales como la de Los Primos, que hasta hace unos días era liderada por Emmanuel López López y Víctor López Mendoza, quienes el 17 de diciembre fueron sorprendidos por el Ejército de Guatemala cuando descargaban 2.5 toneladas de droga de un narco-jet, en el parque nacional Laguna del Tigre.
Sin embargo, Los Primos no es la única célula delincuencial que opera en esta abandonada frontera internacional entre el Estado de Campeche y la República de Guatemala, cuya situación de abandono, dispersión poblacional y casi nula presencia de las autoridades han favorecido el auge del crimen.
Los Primos y El Naranjo
Víctor López, líder de la célula delincuencial Los Primos, que presuntamente tiene una estrecha vinculación con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y que compite con el Cartel de Sinaloa en el control del tráfico de drogas en la Frontera Sur, fue abatido durante el enfrentamiento que él y cinco personas más sostuvieron con militares guatemaltecos, tras el cual su socio y primo-hermano fue aprehendido, quien ahora tendrá que enfrentar a la justicia chapina.
López Mendoza, fallecido durante la refriega que tuvo lugar en el Departamento del Petén, contaba con doble nacionalidad y fue identificado como el líder del grupo criminal, que laboraba en forma coordinada con narcotraficantes mexicanos.
De acuerdo con las investigaciones del Gobierno de Guatemala, los cabecillas de la célula delincuencial identificada como Los Primos tenían su lugar de residencia en El Naranjo, Candelaria, comunidad campechana que ha sido lugar de residencia de personajes involucrados en el negocio del narcotráfico.
Mexicanos en las cárceles chapinas
Los mexicanos detenidos el 17 de diciembre son Axili Antonio Moreno Ortiz, Aarón Bello Milán, Guadalupe Peña Bonfil y Miguel Acosta González. Este último, titular de la Dirección de Protección Civil del Presidente Municipal de Candelaria, Salvador Farías González.
La detención de Acosta González representó un duro golpe para el alcalde candelarense –y precandidato a la gubernatura-, hermano de Antonio, quien fuera aprehendido en septiembre del 2007 por la Procuraduría General de la República (PGR), institución que lo acusó de ser el “principal operador del Cartel del Golfo en Campeche, encargado del trasiego de droga y tráfico de indocumentados”.
Luego de estar bajo arraigo, Antonio Farías González sería trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México. Al hermano del hoy alcalde de Candelaria también se le vinculó con Francisco Arsenio Ferrer Kuri, “Panchillo”, quien era el jefe de los Zetas que operaban en Campeche. Hoy la mayor parte de dicha estructura presta servicios a los carteles de Sinaloa y CJNG. Los que no se alinearon fueron ejecutados o huyeron de la zona de conflicto.
La muerte y detención de Los Primos permite hacer un atisbo sobre la forma en que los narcotraficantes mexicanos y guatemaltecos están operando en la cuasi abandonada frontera chapino-campechana.
Esa es la realidad que se vive en el Sur de Campeche: La Delincuencia Organizada es pilar de la economía de los municipios del Sur y, desde luego, su poder es suficiente para decidir quién ha de ejercer el Gobierno.
Sinaloa y CJNG
Fuentes bien informadas afirman que los carteles que mantienen predominio en la Frontera Sur y que incluso han implantado su esquema de corrupción en los países sudamericanos son el de Sinaloa y CJNG, este último surgido como el brazo armado de la organización delincuencial sinaloense.
De tal forma se puede concluir que quienes gobiernan la frontera de México con Guatemala son: Nemesio Oseguera Cervantes, (a) “El Mencho”, e Ismael Mario Zambada García, (a) “El Mayo”.
Se tienen informes de que el CJNG logró absorber –echando mano de ligeras muestras de violencia- a la estructura que estaba al servicio del Cartel del Golfo y su mermado brazo armado Los Zetas, lo cual incluye la servidumbre o complicidad de autoridades locales, lo que incluiría a quienes mandan en los municipios de Escárcega y Candelaria.
Miles sirviendo al crimen
Se desconoce a cuántos da trabajo el Crimen Organizado en los municipios del Sur de Campeche; sin embargo, se estima que son miles. Desde luego no todos laboran en el ramo ilegal, pues los empresarios del crimen también han invertido en negocios legítimos.
“El narcotráfico o Delincuencia Organizada participa en el gobierno de los municipios, estados y del país. Esa es una realidad que tratamos de ignorar, cuando la realidad es que ya aprendimos a convivir con este fenómeno. Muchos trabajan en empresas dedicadas a actividades lícitas, pero financiadas con dinero sucio”, declaró el líder campesino Luis Antonio Che Cu, uno de los pocos personajes que se atreve a opinar sobre el tema.
Según el dirigente campesino, “en Campeche el narco tiene inversiones en la agricultura, ganadería; hotelería y prestación de servicios. Este flagelo creció sin control porque el Gobierno creó el ambiente propicio para que la ilegalidad floreciera.
“Durante décadas ha resultado muy conveniente que el Sureste de México fuera paso del narco. Las lanchas atiborradas de cocaína siempre han circulado por nuestros mares y los narco-aviones han sido algo cotidiano. Es hasta ahora que el Ejército reconoce que los cargamentos de droga llegan casi a diario a territorio mexicano.
Sitio estratégico…
para la delincuencia
Lugar agreste, incomunicado y desolado, la frontera entre Campeche y Guatemala es sumamente importante para los grupos delincuenciales de México, Centro y Sudamérica, cuya constancia de su presencia es la estela de desgracias y muerte que dejan a su paso.
Candelaria y Escárcega, comunidades ubicadas en el área de influencia de estos municipios, son un laboratorio de la realidad nacional, respecto al tema del narcotráfico. A los “empresarios” del narcotráfico no les ha costado reclutar empleados o servidores en estos municipios campechanos, en donde la mayoría de los ciudadanos vive en la pobreza.
Según un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), durante los primeros 10 meses del presente año fueron decomisados más de 27 mil kilogramos de drogas, especialmente marihuana, cocaína y metanfetaminas.
El Ejército Mexicano asegura que en el marco de las Operaciones contra el narcotráfico ha incautado 125 mil 655 kilogramos de mariguana, además de 3 mil 409 kilos de cocaína y 4 mil 406 kilos de metanfetaminas, en el periodo comprendido del 1 de diciembre del 2018 al 31 de octubre del 2019.
Este año, las fuerzas armadas han mostrado una mayor eficacia en atajar el paso de droga hacia el hemisferio norte; sin embargo, no existe a la mano parámetro alguno para medir la eficiencia del trabajo de la milicia.
Según algunos estudiosos del tema, las autoridades no logran asegurar siquiera el 20 por ciento de la droga que se procesa en Sudamérica y que tiene a los Estados Unidos de Norteamérica como principal destino.
Apuesta a la ilegalidad: líder agrario
“Por la Frontera Sur pasan miles de millones de dólares en mercancías lícitas e ilícitas y como los gobiernos de México y Centroamérica están minados por la corrupción, los funcionarios, sobre todo los del ámbito policial y de procuración de justicia, le apuestan a al predominio de la ilegalidad, pues les genera ingresos y bienestar económico.
“Debe reconocerse que el nuevo gobierno está hablando con mayor veracidad sobre el enorme volumen de droga que ingresa a territorio campechano por vía aérea. El diagnóstico se hizo desde hace muchos años, ya se sabe qué enfermedad es la que padecemos, ahora hay que aplicar la cura”, patentizó.
(Joaquín Vargas, primera de dos entregas)