La muerte dentro de la cárcel de Ponciano H, uno de los dos sujetos que arrojó ácido sulfúrico a la saxofonista de Oaxaca, María Elena Ríos, es un hecho que no celebra; lo único que intensifica es el temor en el que vive desde hace año y medio de aquella tragedia.
“Tengo mucho miedo y lo que yo haría es un llamado a las autoridades, en este caso al fiscal General del Estado de Oaxaca, Arturo Peimbert, que esa orden de aprehensión pendiente contra el agresor, que sigue libre, se lleve a cabo, porque mi vida y la de mi familia corre mucho peligro. Es una persona muy peligrosa y es lo único que mínimamente he pedido”, demandó la joven, quien sigue peleando para que se haga justicia por lo que le hicieron el 9 de septiembre de 2019.
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Luego de enterarse por los medios de comunicación que uno de los albañiles que le arrojó el químico falleció dentro del penal Tanivet, en los Valles Centrales de Oaxaca, Malena lamentó este suceso y que Ponciano H. terminara así, pero “es una consecuencia de los malos actos que los humanos decidimos hacer”.
En entrevista con POR ESTO!, la joven saxofonista originaria de Santo Domingo Tonalá, Oaxaca, destacó que ella perdonó en el corazón a todos los imputados, pero “aquí en la tierra hay leyes humanas a las que tenemos que acatarnos y una de ellas es que paguen y reparen el daño que me hicieron, y que es de por vida”. Debido a que la Fiscalía General del Estado de Oaxaca no le informó sobre el deceso de Ponciano ni tampoco sabe si fue una muerte natural, “porque tiene la costumbre de no darme información, ocultármela o darme la tarde”, el miedo de Malena se agudiza con esta noticia.
“Me preocupa mucho porque uno de mis agresores sigue libre. No se sabe la razón por la que falleció Ponciano, si fue una muerte natural o no. Este hecho me alarma mucho porque hay un agresor libre, que tiene orden de aprehensión y no lo pueden encontrar, y si de por sí ya era un hecho que mi vida y la de mi familia corría peligro, ahora corre mucho más riesgo”.
La saxofonista desconocía si el estado de salud de Ponciano H. era delicado, pero insistió en que lo preocupante es que, después de un año y medio, la Fiscalía no resuelva su caso, porque considera que es una burla que durante ese tiempo “todo un ejército en ese órgano de procuración de justicia no pueda encontrar a un agresor que tiene orden de aprehensión”.
Y tras la muerte de uno de sus agresores, hace un llamado al fiscal general Peimbert Calvo para que se ejecute la orden de aprehensión contra el agresor que sigue libre, porque el hecho de que su proceso vaya tan lento “es una forma de revictimizarme y violentarme y ya no quiero eso”.
JG