La Organización Mundial de la Salud calificó recientemente a la viruela del mono como una emergencia de salud internacional ante el incremento de casos alrededor del mundo. Hasta los últimos días se habían contabilizado 18 mil pacientes en 78 países, incluido México.
Una académica de la Universidad Nacional Autónoma de México reveló que, aunque esta afección se ha dado en mayor medida entre población homosexual y bisexual, otros grupos no son inmunes a ella. Y aseguró que se trata de un padecimiento similar al herpes.
En una entrevista, Rocío Tirado Mendoza, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, comentó que la viruela del mono es “un padecimiento exantemático o eruptivo, muy parecido al herpes, pues las lesiones suelen aparecer más en la cara, las manos y los pies, evolucionan a costras y se caen”.
De acuerdo con la experta mexicana, la viruela del mono puede transmitirse a través de fluidos como sangre, saliva, sudor, orina, semen o secreciones vaginales, entre otros; además de objetos contaminados como sábanas, ropa u otras superficies.
Ante el panorama de incertidumbre por dicha enfermedad, los estudiosos han sugerido que el uso de cubrebocas y el lavado de manos también son útiles para prevenir el contagio de la viruela del mono; asimismo, evitar el contacto con simios y mantener distancia de otros animales, en caso de tener sospecha del virus.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?
Los síntomas de la viruela del mono son fiebre, cefalea intensa, dolor lumbar, dolores musculares, erupciones cutáneas e inflamación de los ganglios linfáticos.
Aunque la letalidad de esta enfermedad es baja, los pacientes inmunosuprimidos (por ejemplo, con VIH) y los niños (en particular los desnutridos) corren más riesgo de padecer complicaciones y presentar un cuadro clínico grave.
El periodo de incubación es de dos a cuatro días en la mayoría de los casos, y la enfermedad puede durar de dos a cuatro semanas, aun así, se aconseja que las personas diagnosticadas utilicen preservativos durante sus relaciones sexuales hasta 12 semanas después de su recuperación.
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AR