Era el año 2005 y el sobrenombre de "La Mataviejitas" causaba terror en el entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México. Así se le llamó a Juana Barraza Samperio, quien era buscada por matar a 16 personas de la tercera edad.
Por aquellos delitos, purga una condena de 759 años de prisión en el penal de Santa Martha Acatitla, donde encontró el amor y ayer fue trasladada al hospital Xoco por una fractura en la cadera.
Pasado de violencia
La infancia de "La Mataviejitas" fue muy dura. A los 12 años, su madre, quien se dedicaba a la prostitución y padecía de alcoholismo, la intercambio por tres cervezas a un hombre de nombre José Lugo, quien la torturaba amarrándola para poder violarla.
A esa misma edad tuvo un aborto. Juana tuvo cuatro hijos y uno de ellos murió a los 24 años de edad. Se dijo adoradora de la Santa Muerte.
Entre sus pasatiempos se encontraba a lucha libre, incluso llegó a tener un nombre. Se hacía llamar "La Dama del Silencio".
De la mano, tenía conocimientos en enfermería, lo que la llevó a prestar sus servicios como cuidadora de personas de la tercera edad, así como de servicio doméstico.
Asesinatos
Fue a partir del 2003, cuando las muertes de las mujeres de la tercera edad empezó a alertar a las autoridades del entonces Distrito Federal.
Las investigaciones no creían que la asesina era una mujer, ya que, quienes la habían visto, aseguraban que tenía espalda ancha, por lo que podría tratarse de una persona trans; sin embargo, la forma de su cuerpo era por el deporte que practicaba, la lucha libre.
Fue detenida e ingresada al penal femenil Santa Marta Acatitla en 2006 y en 2008 fue sentenciada a 756 años por el asesinato de 17 mujeres; sin embargo, podría salir a los 98 años.
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JG