El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció durante su conferencia matutina de este miércoles, la existencia de conflictos relacionados con el crimen organizado en las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán, ubicadas Chiapas, próximas a la frontera sur del país.
Estos enfrentamientos han afectado directamente algunas de las ruinas mayas más importantes de la región.
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López Obrador hizo referencia a los informes de prensa que señalan la reticencia de guías turísticos y arqueólogos a ingresar a estas ruinas debido a las amenazas del crimen organizado.
El problema es particularmente grave en Yaxchilán, un sitio al que solo se puede acceder en lancha desde la ciudad de Frontera Corozal.
El presidente admitió que grupos delictivos han utilizado esta área para actividades ilícitas, incluyendo el aterrizaje de avionetas cargadas con drogas.
Según López Obrador, estos conflictos son parte de una creciente ola de violencia en el estado de Chiapas.
El crimen organizado en la región ha escalado desde el año pasado, con ciertos grupos obteniendo apoyo de la comunidad local, ya sea por miedo o a cambio de provisiones.
El presidente mencionó que ha habido casos en los que los residentes locales han impedido que el Ejército realice operativos antidrogas.
A pesar de esta situación, López Obrador aseguró que se están tomando medidas para garantizar la seguridad en la zona.
Mencionó que la Guardia Nacional ya tiene una base establecida en el área y que se están realizando esfuerzos para resolver la situación paulatinamente.
El gobierno mexicano se muestra comprometido a abordar estos problemas y a reforzar la seguridad en estas importantes zonas arqueológicas.
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