La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció su intención de dialogar con el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, para resaltar la importancia de los migrantes mexicanos y del comercio entre ambos países.
En su conferencia matutina de este 13 de noviembre, Sheinbaum abordó la inquietud generada por las advertencias de Trump durante su campaña, en la cual señaló la posibilidad de aplicar aranceles a las importaciones mexicanas, incluyendo un impuesto del 100 por ciento a los automóviles.
La mandataria mexicana expresó que, más que hablar de represalias comerciales, se concentrará en un diálogo de “alto nivel” con el equipo de Trump para subrayar los beneficios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la significativa contribución de la comunidad mexicana en la economía estadounidense, que el Gobierno de México estima en 338 mil millones de dólares anuales.
“Vamos a defender a México”, afirmó Sheinbaum, y enfatizó que espera establecer comunicación ya sea con el equipo de transición de Trump o directamente con su administración, con el objetivo de exponer los logros de México en áreas clave como la contención del fentanilo, la migración y el comercio.
Entre los principales temores en México está la amenaza de deportaciones masivas. De los 11 millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, cerca de la mitad son mexicanos. Las remesas que envían representan una pieza clave en la economía de México, con un flujo anual récord de alrededor de 65 mil millones de dólares, equivalente al 4 % del PIB mexicano.
Sheinbaum subrayó que su administración ha avanzado en un análisis detallado sobre el impacto positivo que tienen los migrantes y el comercio mexicano en la economía estadounidense, especialmente en cada estado de la Unión Americana.
“El T-MEC no solo es ventajoso para México, sino también para Estados Unidos. Queremos mostrar cuánto perdería su economía con la imposición de aranceles”, comentó Sheinbaum, confiada en que este enfoque basado en hechos y cifras podría ser la clave para convencer a la administración de Trump sobre los beneficios de una relación de cooperación económica y migratoria.
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